tag:blogger.com,1999:blog-39035016784634089672024-03-09T00:39:41.511+01:00CUNETAS SECUNDARIASTú lees y yo escriboDESDE LA TRINCHERAhttp://www.blogger.com/profile/09576479924312812318noreply@blogger.comBlogger59125tag:blogger.com,1999:blog-3903501678463408967.post-62366273218125042032014-09-28T12:28:00.000+02:002014-09-28T12:28:16.735+02:00ENTRADA ACLARATORIA IV<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-size: large;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-size: large;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-size: large;"> Es bastante
probable que durante los cuatro o cinco próximos meses, se reduzca mucho, o
incluso desaparezca por completo, mi actividad en el blog.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-size: large;"> Durante este periodo de tiempo de
inactividad viviré en otro país y no creo que pueda sacar tiempo para escribir
y subir relatos. Espero volver cargado de experiencias que me sean útiles para
continuar escribiendo a mi regreso.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-size: large;"> <o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-size: large;"> Gracias. </span><o:p></o:p></span></div>
DESDE LA TRINCHERAhttp://www.blogger.com/profile/09576479924312812318noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3903501678463408967.post-22297465395429565572014-09-22T18:00:00.000+02:002014-09-22T18:00:26.264+02:00NI VERSOS NI LIBRES III<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;">I</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">La bola de metal se disuelve en el agua como un azucarillo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">El ahora, giro a giro, aleja lo vivido; inconsciente de ser fábrica de pasados venideros.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;">II</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Luce el sol entre los escombros.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">El torbellino arrasa con todo sin transformar su esencia: los escombros no dejan de serlo, les dé uno el desorden que quiera.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;">III</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Comenzó el irreductible repiqueteo de los tambores.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">La sed y la posibilidad de agua; la lluvia y la proximidad de cobijo; el letargo y la oportunidad del viaje... Son uñas largas, nerviosas, que arañan el estómago por dentro.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
DESDE LA TRINCHERAhttp://www.blogger.com/profile/09576479924312812318noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3903501678463408967.post-44080315739428211402014-09-08T14:20:00.000+02:002014-09-08T14:23:26.358+02:00ESPERANDO A IRENE ADLER<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-size: large;"> El sol parecía enfocado hacia sus ojos, como si alguien allá arriba, manipulara una lámpara de mesa para cegarle el camino. Cuando miraba en otra dirección miles de pequeños puntitos luminosos aparecían y desparecían impidiéndole la visión completa, entonces reaccionaba y pestañeaba pudiendo ver de forma más nítida el entorno. Pero irremediablemente debía mirar al frente para no chocarse y de nuevo el sol volvía a cegarle.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Entre una fase y otra de esta pelea en la que le iba a resultar imposible proclamarse ganador, al menos hasta que el sol abandonara el campo de batalla, sufrió el accidente que le postró en la cama y que me ha llevado a mí a escribir este texto. La mayoría de las frases grandilocuentes son suyas, los detalles que sostienen y dan coherencia a este entramado de palabras, míos. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>En el hospital estuvo cerca de una semana sin poder moverse y casi sin fuerzas para hablar. Yo que soy su nieto y lo conozco, sé que no solo fue por el accidente. Mi abuelo llevaba años sin coger el coche, terminó harto de él, trabajando como trabajaba de repartidor por los pueblos de la provincia. Cuarenta años de recorrer carreteras y casi sin un percance, nos decía siempre. Tuvo que sacar a mi padre y a mi tía adelante él solo, mi abuela murió en el parto de sus hijos, mellizos. Lo que significó a efectos prácticos tener que agarrarse con uñas y dientes a su trabajo, el único que conoció.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Hablé con él y le pregunté, cuando estábamos a solas, el motivo por el cual había cogido el coche, sospechando como sospechaba que ahí estaba el quid de la cuestión. No quiso contestarme, testarudo a sus recién estrenados ochenta años. Entonces le propuse un intercambio de secretos: yo le contaba uno y él otro. Tonterías, me espetó malhumorado. Pero le pudo la curiosidad. Y entonces le confesé mi intención de dedicarme a escribir, le conté que me habían publicado varios relatos y que estaba moviendo una novela por varias editoriales. Además de este blog, claro. Se le iluminó la cara, y tras hacerme jurar y perjurar que no se lo contaría a nadie, me explicó, a trompicones, la historia que le llevó a coger el coche aquel día. Y también comenzamos a escribir este relato. Por supuesto lo que le he presentado a él nada tiene que ver con esto que he colgado finalmente, pero él cree que sí y es lo importante.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Mi abuelo guardó el luto a mi abuela, hasta que conoció a «la mujer». Que no su mujer por aquella época, ya que era la de otro. Veraneaba con su marido siempre en España, y desde que conoció a mi abuelo no cambió de ciudad. Verano tras verano, año tras año. Mis padres no se enteraron de este romance, hasta que ya les resultó imposible sostenerlo por más tiempo. Él, perro fiel, le propuso algo serio, formal. Ella, luz sin sombras, no aceptó. Al verano siguiente a la propuesta no regresó. No pudo volver a disfrutar de su humor alocado e inteligente, de su compañía de gata independiente, ni del sexo huracanado al principio, destilado, lúcido con el paso de los años.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Cuando ya no la esperaba le llegó una carta, dos o tres veranos después del último que estuvieron juntos. No daba explicaciones ni perdía perdón. Trataba de hacerle entender sus necesidades y cómo éstas no coincidían con las suyas. Mentía, me dijo mi abuelo, le faltó valor para vivir una vida estable y tranquila. No lo pensó bien, me dijo. Al final de la carta escribió: «En el día de tu ochenta cumpleaños, si aún sigues pensando en mí, acércate a nuestro parque». Y eso iba hacer mi abuelo antes del desafortunado accidente. Y por eso publico este relato en el blog, mi abuelo tiene la secreta esperanza de que ella lo lea y le espere; su Irene Adler, como él la llamaba, pese a que su apellido fuera otro.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"><span style="font-size: large;"> </span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">NOTA: Me veo obligado a reeditar este texto dos semanas después de publicado. Mi padre me obliga a adjuntar esta nota después de contarles todo lo ocurrido: «Por favor papá, vuelve a casa o al menos da señales de vida. Tu familia está preocupada por ti».</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">NOTA II: Esta la escribo solo yo, abuelo: saluda a Irene de mi parte.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
DESDE LA TRINCHERAhttp://www.blogger.com/profile/09576479924312812318noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3903501678463408967.post-35944603709310338442014-08-24T18:49:00.002+02:002014-08-24T18:49:51.004+02:00ABRIENDO FUEGO<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> «Es poeta, es terriblemente ingenioso. No sé cómo se le ocurren esas cosas…», intentaba explicar el chico sentado a su lado, mientras sus ojos nerviosos reflejaban la necesidad de expresar admiración.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> «El poeta», sentado a su izquierda, había compuesto una suerte de media sonrisa con la que quería transmitir un doble mensaje: que se avergonzaba de lo que el chico decía; y que desde luego el chico tenía toda la razón. Comenzó entonces a hablar sobre lugares comunes en relación a la poesía, su música (esto es suyo) y las diferencias y posibilidades frente a la prosa. Terminó por citar a cuatro poetas conocidos y a uno que solo debía conocer él, en un discurso previamente preparado, o bien aprendido de memoria de tanto repetirlo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Yo sabía quién era él. Carlos, el dueño de la librería donde estaba presentando el poemario «Todo para… ti», era mi amigo desde la infancia y me había confesado que su padre le había pedido un favor: que dejara a un escritor presentar un libro allí. En un principio no tuvo problema, pero siendo un profesional como era, decidió leer el manuscrito antes de la presentación (lo leímos juntos porque me llamó cuando terminó de leer las primeras perlas) y a punto estuvo de telefonear a su padre para negarle el favor. No pudo hacerlo, pues con el dinero y esfuerzo de su familia (y el suyo propio) había levantado la librería, negarle aquello sería alta traición. A cambio había decidido traicionar el buen nombre de la librería y vender su alma al diablo para dejar que un tipejo como ése presentara allí su libro (esta dramática idea es de mi amigo). </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Habíamos estado indagando y resultaba que «el poeta» era hijo de un reputado médico de la ciudad, primo de una poetisa, hija de un prestigioso abogado. «Una puta mierda es lo que son», me había dicho para desahogarse. «Los putos pijos que tocan un instrumentos y ya son músicos, escriben cuatro palabras juntas y ya son escritores, garabatean cualquier estupidez en un papel y son artistas… Mientras que el resto de los mortales si hacemos eso mismo como mucho se traduce en una afición personal, o en un talento reconocido solamente en los círculos más cercanos. Pero casi nunca, salvo honradísimas excepciones, nos podemos considerar profesionales porque nuestra profesión es otra, y no nos deja tiempo para transformar esa afición en un trabajo, en un medio con el que ganarnos la vida. Hay quienes no tenemos derecho a llamarnos artistas porque papá no tiene los contactos pertinentes ni vivimos en la urbanización mental de todos estos chulos prepotentes, que llegan alto a base de construir ellos mismos los altares desde donde hablan al resto de la humanidad vertiendo sus opiniones como si fueran dogma de fe; que se complacen los unos a los otros y anuncian que se conocen entre ellos como si conocer a un cretino de su calaña debiera significar algo importante para el resto del universo. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Créeme, esto me va a hundir en la puta miseria moral. Me estoy asesinando a mí mismo».</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> A estas alturas no resulta difícil adivinar la ira y la frustración que sentía mi amigo. Este discurso lo había soltado minutos antes de que el literato entrara por la puerta, sonriendo y con un becario de la editorial donde se había autopublicado el libro a su lado. Y es que mi amigo había llegado allí desde muy abajo, comiéndose la suela de los zapatos de tipos como ése durante el ascenso. Sabía lo que costaba levantar un negocio y también había conocido los sinsabores de llamar puerta por puerta a las editoriales recibiendo continuas negativas ante una buena propuesta. Hasta que alguna pequeña editorial le había planteado una tirada mínima con la que colmar su ego: esa oruga que todos tenemos y que de vez en cuando escarba de dentro para fuera (esta frase es de mi amigo también).</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Durante la presentación del libro Carlos se había dedicado a ordenar los estantes del fondo de la librería. «Sí, me habré condenado», me había dicho, «pero no pienso colaborar más de lo necesario en esta pantomima». Para eso, claro, ya estaba yo. Me había encargado de colocar las sillas (la librería nunca había estado tan llena), hacer las presentaciones oportunas, e ir preparando los aperitivos para después: queso y algo de vino, que el «el poeta» en persona había encargado para la ocasión.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Cuando hube terminado de colocar me quedé prendado, sujeto sintiéndome levitar, amarrado, a la cara de una chica sentada en primera fila. Temí que pudiera ser la novia de «el poeta», con esa celosía que se siente cuando tienes cerca la promesa de algo que temes que ya sea de otro, pero lo descarté al decir él mismo que era una lástima que su chica (su musa, dijo) no hubiera podido estar presente para vivir aquellos momentos junto a él. Descubrí poco después que era su hermana.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Al terminar de presentar el libro, tras recitar mejor de lo que estaban escritos algunos versos, me acerqué a ella con una copa de vino e inmediatamente nos pusimos a charlar. Yo embelesado y ella encantada de embelesarme sin el menor esfuerzo. A mí no me gustaba el vino, así que desentonaba un poco a su lado con la botella de agua, pero supongo que era una buena representación de quién tenía el poder en el aquel momento. Quién estaba entre sus semejantes y quién merodeaba torpemente entre seres condescendientes con personas como yo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Resultó ser una chica dulce, agradable al trato y con una conversación más allá de convencionalismos. Atractiva, pero sin alardear, y sin pretender resultar inteligente pareciendo estúpida. Mucho más de lo que cabía esperarme en aquellas circunstancias y siendo familia de quien era.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Todo iba bien, hasta que de repente todo comenzó a ir mal (suele ser así). Vi, por el rabillo del ojo, como alguien caía al suelo llevándose una mesa por delante. A la vez, otra persona a mi derecha se tocaba el estómago y se apoyaba contra la pared. Fruncí el ceño sin llegar a entender nada, hasta que noté la mano de la hermana de «el poeta» apoyada sobre mi pecho. Demasiado pronto, pensé. Y así era, la chica cayó delante de mí, suave, de la única forma en la que una chica como ella podía caer: permitiendo que la gravedad hiciera su trabajo, pero habiendo pactado previamente una caída indolora y sin daños para su rostro.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Miré a mi alrededor y al noventa por ciento de los asistentes les ocurría lo mismo, las copas de vino se estrellaban contra el suelo y la gente comenzaba a desmoronase de las formas más extrañas, cada uno a su estilo. Ahí fue cuando caí en la cuenta: las copas de vino. Un conjunto de ideas y hechos encadenados me llevaron a esa conclusión: supongo que ahora será mi turno, pero me encuentro bien, otro al suelo, sigo en perfecto estado, se han roto un montón de copas de vino, yo no tengo una copa de vino ergo el vino tiene algo malo… Busqué con la mirada a Carlos con el tiempo justo para ver cómo se llevaba a su padre de allí y lo montaba en el coche. Su padre también parecía afectado por lo que luego resultó ser una intoxicación alimentaria (causada por un potente laxante). Cruzamos una mirada fugaz y allí quedé con el entuerto. Alguien debió llamar a urgencias porque las ambulancias no tardaron en llegar. Nadie supo qué pudo ocurrir exactamente, nadie menos yo, que al dirigirme a la bandeja que tenía todavía algunas copas de vino vi un ejemplar del libro de mi amigo: «Abriendo fuego». </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
DESDE LA TRINCHERAhttp://www.blogger.com/profile/09576479924312812318noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3903501678463408967.post-37618033099403436502014-08-02T18:35:00.000+02:002014-08-02T18:52:13.954+02:00LA CLAVE ESTÁ EN EL PENE<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Lo mismo le daba en medio del mar que en mitad de un desierto; en una isla aún por descubrir que en medio del barrio más concurrido de una gran ciudad; a través de Internet o dando vueltas en la plaza del pueblo: buscaba a alguien con quien poder hablar. Necesitaba a alguien con quien entenderse, con quien sentirse multiplicado exponencialmente hasta tener la sensación de llegar a deshacerse en partículas. En su caso, partículas muy pequeñas o pocas partículas muy grandes: era enano.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Acondroplasia, un metro con cuarenta y un centímetros de estatura: de los más altos entre las personas que padecían el mismo defecto genético. Y normalmente el más bajo en cualquier lugar. Enano, la palabra había crecido con él, pero de unos años a esa parte había desaparecido como desaparece una mujer desnuda entre cien mujeres desnudas. Más cerca de los cuarenta años que de los treinta y con más cuero cabelludo visible que pelo en su cabeza, había aprendido a ignorar las mofas de los indeseables o borrachos de turno con el mismo desprecio que las olas ignoran la orilla. Él ponía el límite en el que se detonaba su enfado y hacía muchos años que no se sentía realmente molesto.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Y allí estaba, charlando con un grupo de amigos en el barrio con más ambiente de la ciudad. Cientos de personas, riadas de hombres y mujeres caminando por la calle, a su alrededor, junto a la terraza en la que estaban sentados durante esa agradable noche de verano. La conversación había variado de los previsibles lugares comunes o asuntos de trabajo de cada cual hasta anécdotas personales un tanto salidas de tono que el alcohol hacía surgir convenientemente cuando todos estaban ya un tanto ebrios. Todos menos él, que no bebía. A la mesa dos parejas y tres hombres adultos sin compromiso, o lo que la sociedad llamaba «solteros», con ese tono que variaba entre la piedad y la repugnancia al entender que «Algo raro le pasa» era la contestación a la pregunta «¿Por qué no tendrá novia?». En su caso particular: noventa y cinco por ciento de lo primero y cinco por ciento de lo segundo, aderezado con unos ojos tristes y unos labios ostensiblemente sacados hacia fuera cuando le preguntaban afirmando: «¿Soltero?». Lo que no sabían es que había mantenido varias relaciones duraderas y que dos de las tres habían terminado porque él así lo había querido. La tercera no terminaría nunca, siempre hay una que no termina; eso lo tenía asumido.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Una de las parejas se disculpó arguyendo que debían madrugar al día siguiente. Una mentira que se hubiera creído si una de las veces que había ido al cuarto de baño no se hubiera fijado en las manos de ambos por debajo de la mesa: la de ella masajeando su miembro y la de él desparecida dentro de su falda. «Buenas noches», deseó sonriendo mientras los veía marchar agarrados por la cintura. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Así uno a uno se fueron retirando hasta que se quedó él solo, sobrio y con un zumo de piña aún por terminar. Se había guardado para sí un trozo de pastel de marihuana de elaboración propia con el THC necesario para que sus pensamientos fluyeran por cauces inexistentes en cualquier otro estado: como el agua encuentra caminos por los que siendo hielo nunca podría llegar a transitar.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —¡Hola! —saludó animadamente una chica con un pene en la cabeza que se acababa de sentar a su lado.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —Buenas noches —respondió sereno, mientras se metía un trocito de pastel en la boca esperando el discurrir de los acontecimientos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —Te he visto y he dicho… ¡Qué chico tan guapo! —dijo, claramente afectada por una ingesta de alcohol muy superior a la recomendable.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —Muchas gracias, ¿de cena de empresa? —preguntó sonriendo y señalando el pene con lucecitas que la chica llevaba sobre la cabeza.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —No, de despedida de… Ah… ¡Qué gracioso! —gritó en medio de una sonora carcajada.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Vaya cuadro, dijo para sí mismo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> En ese momento una amiga la llamó en la distancia y ella contestó que luego hablaban, que había encontrado a un amigo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —He dicho amigo —comenzó a confesarle en voz baja—, porque si saben que no te conozco no me hubieran dejado quedarme aquí contigo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —Por lo que a mí respecta ya somos amigos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Pasaron unos segundos en silencio, por lo que supuso que enseguida se marcharía. Miraba para todos los lados en un estado de embriaguez de manual. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Él decidió continuar con su pastel, poco a poco, calculando la edad de la chica: unos veinticinco años. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —¿Qué comes? —preguntó alargando mucho la ese final.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —Pastel de marihuana.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —¡Qué rico! Dame un poco —pidió poniendo ojos de gata triste.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —Creo que ya llevas suficiente droga en el cuerpo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —No me he metido nada. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —Ya. Quieres que te cuente una cosa…</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —¡Sí por favor! —interrumpió, gritando de nuevo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —Toda esta gente que está a nuestro alrededor, solo vive aquí, en este mundo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —No te entiendo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —Solo saben estar entre estas cuatro paredes —quiso hacer énfasis en la frase y señaló a su alrededor—. Están encerrados en la realidad que pueden tocar. Se han acostumbrado tanto a la seguridad que les proporciona no sentir, si es que alguna vez llegaron a sentir algo, que incluso preferirían caminar sobre granito que sobre arena. Si pudieran pintarían el aire para saber a ciencia cierta que está ahí para ellos, incluso apuntalarían el cielo para asegurarse de que no se les caerá encima. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —Qué bien hablas…</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Guardó el pastel dispuesto a marcharse a casa, su audiencia esa noche no era todo lo ágil que él hubiera deseado.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —Te diré otro secreto —dejó un espacio de tiempo para que lo que iba a decir a continuación surtiera más efecto—. Soy enano.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> La chica abrió mucho los ojos, sorprendida. Se levantó torpemente y retiró la mesa.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —Ya te veía yo algo raro…</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Él sonrió seguro de que la despedida llegaría de un momento a otro. Sin embargo la chica se sentó sobre él y comenzó a besarle apasionadamente. Sentía su lengua ansiosa dentro de la boca y como con manos torpes intentaba desnudarle. Empezó a tener una fuerte erección. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —¿Vamos a casa? —preguntó aprovechando el momento.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —Qué pasada —dijo ella justo antes de abrir los ojos mucho e inflar los carrillos con el vómito que instantes después le entraría a él por la boca manchando por completo su cara, pelo y camisa. El resto quedó en sus pantalones. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> En un intento desesperado hizo lo que pudo para quitársela de encima pero no fue capaz, con lo que no solo cayó sobre él el resultado de la primera arcada sino que también el contenido de la segunda. Con todas sus fuerzas la tiró al suelo y comenzó a vomitar. En un acceso incontrolable de ira se dio la vuelta y una de sus arcadas la vertió sobre la chica, adrede, aunque solo acertó a salpicarle los tobillos. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Cuando todo hubo pasado y la chica se había alejado tambaleándose, algunos borrachos pasaron junto a él riéndose desproporcionadamente, mientras jaleaban: «¡Un enano vomitado, un enano vomitado!». El resto de las mesas se habían apartado ante el grotesco espectáculo y los camareros del bar salían apresurados con bayetas y fregonas. Esa noche, mientras regresaba a su casa, pegajoso y maloliente, aprendió una valiosa lección: buscar una mujer que nunca haya llevado un pene en la cabeza.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
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<br /></div>
DESDE LA TRINCHERAhttp://www.blogger.com/profile/09576479924312812318noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3903501678463408967.post-52501434308589355362014-07-22T18:00:00.000+02:002014-07-22T18:05:14.758+02:00LOS DUEÑOS DE LA CASA<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —¡Chema! ¿Estás aquí? —preguntó el empleado de la sucursal bancaria mientras entraba por la puerta.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Le molestaba perder el tiempo en buscar a un chico que lo más probable era que se hubiera perdido, o se hubiera ido para casa, o cualquier otro compañero le hubiera mandado a un recado del que él no se hubiera enterado. «Putos becarios», pensó. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Dio una vuelta por la casa después de subir las persianas. Todas las habitaciones desprendían un fuerte olor, no sabía identificar a qué exactamente. Echó un vistazo para ver si había algún rastro del chico al que ya había llamado un par de veces al móvil sin obtener respuesta. Encontró manchas en el suelo, parcialmente tapadas con alfombras, y lo que parecían restos de heces por la pared del salón. Si el banco quería vender la casa debería invertir en remodelarla, pintarla, y sobre todo en eliminar ese horrible olor. Al entrar había visto a un canario muerto, pero no podía ser solo eso lo que entraba con tanta fuerza por sus fosas nasales, ni tan poco las cuatro plantas podridas. Pensó en que sería mejor llamar al banco e informarles de que no encontraba al chico y de que había que hacer algo con esa casa inmediatamente.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Cuando sacó el teléfono móvil para hacer la llamada le sorprendió el timbre de la puerta. «Aquí está», pensó. Abrió dispuesto a echarle una buena bronca, pero delante de él aparecieron cuatro ancianos con sus ropas manchadas de lo que parecía ser sangre.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —¿Están ustedes bien? —preguntó extrañado.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Los cuatro parecían estar en perfecto estado, o así querían atestiguarlo mediante unas enormes sonrisas de oreja a oreja.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —Buenos días joven —saludó el anciano que sujetaba una boina en la mano derecha—. ¿Sería una grosería preguntarle quién es y qué hace aquí?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
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<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Las plantas se habían secado y el canario yacía muerto en la jaula. El polvo, invisible diseminado, se había hecho presente en las cubiertas de los libros, en los espejos, en la televisión, y sobre todo en las lámparas. La casa olía a cerrado más de lo que se hubiera imaginado que pudiera llegar a oler.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Cuando terminó de subir la última persiana, sintió como si la luz que atravesaba las ventanas hiriera el interior de la casa, dañándola tan solo por penetrar en cada una de las estancias. Como si él estuviera insultándola por dejar paso a la claridad. El polvo que quedaba suspendido en el aire, a la vista de cualquiera, pareciera una forma de protesta: un grito silencioso imposible de ignorar.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> El banco para el que trabajaba era ahora propietario de la vivienda. No había recibido apenas información sobre lo que había ocurrido, siendo como era, becario, y por tanto el último en enterarse de cualquier acontecimiento. «Coge estas llaves y hecha un vistazo a esta casa, anda», le había dicho un compañero mientras salía a tomarse un café, dejándole la dirección apuntada en una hoja de papel.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> ¿Qué querían que hiciera?, pensaba mientras paseaba de una estancia a otra. Además de plantas muertas y el canario igualmente muerto, había poco que destacar. La decoración parecía anticuada, de otra época. Las personas que la habitaron antes de abandonarla debían haber sido muy mayores. Dos habitaciones, una con una cama individual y la otra con una cama de matrimonio, considerablemente más grande. Un cuarto de baño pequeño y una cocina de tamaño medio. El salón quedaba al fondo, frente a la puerta de entrada, después de dar siete u ocho pasos por el estrecho pasillo. Era un piso como otro cualquiera, sin nada a destacar.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Olía a cerrado y también un poco a pis. Y a abandono. Los armarios del salón, donde se encontraba, estaban repletos de fotografías. En ellas dos ancianos posaban con más personas, familiares presumiblemente. «A mi madre le encantaría este piso», pensó. «Y a mi novia. Todo sería pintar la habitación pequeña de otro color dependiendo de si es niño o niña, cuando lo sepamos. Está en una buena zona y seguro que ahora está regalado». </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Un ruido hizo que la nube de pensamientos se desvaneciera. No conseguía identificarlo, durante los primeros segundos se sintió realmente incómodo. Después sonó con más insistencia y se dio cuenta, al reconocer que el sonido llegaba del fondo del pasillo, que alguien estaba llamando al timbre de la puerta. Tal vez su compañero, para echar un vistazo al piso. Abrió sin pensárselo dos veces: cuatro ancianos con cuatro sonrisas desdentadas aparecieron delante de sus ojos. Uno de ellos llevaba una boina en la mano, ninguno decía nada y todos mantenían la sonrisa congelada. Dos hombres y dos mujeres que le observaban desde unos cuantos centímetros más abajo, encogidos por el inevitable paso de los años. Le dio tiempo a percatarse de que desprendían un fuerte olor y que las ropas que llevaban estaban manchadas, hubiera jurado que de varias sustancias distintas.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —Buenos días joven —saludó el anciano de la boina, un tanto nervioso—. ¿Sería una grosería preguntarle quién es y qué hace aquí?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Los otros tres ni se habían inmutado, le observaban con las mismas sonrisas y los ojos cada vez más abiertos, mientras el que había hablado, el que estaba situado más cerca de la puerta, recuperó la sonrisa conforme terminó de hacer la pregunta.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —Me manda el banco para echar un vistazo, ¿quiénes son ustedes?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> El anciano se volvió para mirar a los otros tres y de repente las sonrisas desaparecieron, cogió impulso lentamente con su brazo derecho y le golpeó con la boina. A punto estuvo el becario de echarse a reír, pero pronto se dio cuenta de que su vista se nublaba.Palpó su frente y se miró la mano, para comprobar que una gota de sangre comenzaba a caer por su entrecejo. Volvió a mirar al anciano que ya estaba cogiendo impulso de nuevo, con el tiempo justo para comprobar que la boina había desaparecido y que lo que se acercaba a su cara para dejarle inconsciente era una piedra.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Cuando despertó recordó rápidamente lo que había ocurrido, le ayudó mucho ver a los cuatro ancianos frente a él, con las mismas sonrisas en sus bocas sin apenas dientes. Se dio cuenta que tenía las manos atadas a la espalda, a lo que adivinó era parte de una farola o algo similar. Estaba sentado en un taburete apoyada la cabeza contra la pared, sus pies estaban fuertemente atados a las patas del taburete. Dedujo que debía llevar tiempo así, pues un charco de sangre se había formado junto a sus pies. La miró asustado.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —Sí, es toda tuya —dijo el único anciano que había hablado hasta ese momento—. Pero tranquilo, no morirás a causa de esa herida.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —¿Qué quieren? ¿Quiénes son? —preguntó todavía conmocionado, le dolía la cabeza y sentía la boca pastosa, seca; le costaba hablar.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Los ancianos se miraron. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —Has tenido mala suerte. Te ha llamado al móvil un compañero del banco y te ha dejado un mensaje. Solo eres un becario, culpable como los demás, pero en menor medida.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —¿De qué están hablando? </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —¿No puedes adivinar qué hacemos aquí? ¿Por qué estamos haciendo esto?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —Vivían en esta casa…, el banco les echó —aventuró.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —Muy bien, muy bien… Haberlo adivinado tan rápido te hace un poquito más culpable. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —¿Qué van a hacer conmigo?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Los ancianos volvieron a mirarse, no parecían tener dudas acerca del siguiente paso. Como única contestación a su pregunta el anciano sacó una cuchara.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —¿Para qué es eso? ¿Qué pretenden?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —Una cuchara es el mejor instrumento de tortura, la dejaremos aquí para que la veas bien. Imagina qué de usos puede llegar a tener…</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Dejaron la cuchara apoyada en sus piernas y volvieron a sonreír de nuevo. Entró en colapso, su corazón latía con una fuerza desmedida, comenzó a orinarse encima.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —¿Quiere un pañal? —preguntó una de las mujeres, la que parecía más mayor. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —¡Voy a ser padre! ¡Me voy a casar! ¡No pueden hacerme esto! ¡No soy culpable!</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —¿Padre? —preguntó el otro anciano—. Nosotros somos abuelos. Y las dos parejas estamos muy cerca de las bodas de oro. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Se quedó atónito cuando vio como el anciano que le había enseñado la cuchara la cogía de entre sus piernas y la calentaba con un mechero.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —Ah —añadió mientras la estaba calentando—. Todos somos culpables.</span><br />
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
DESDE LA TRINCHERAhttp://www.blogger.com/profile/09576479924312812318noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3903501678463408967.post-53688881173547776792014-07-01T23:15:00.000+02:002014-07-01T23:15:51.957+02:00CENIZA<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Mira la hoguera como si la estuviera haciendo arder. En sus ojos, muy abiertos, parece grabado el reflejo del fuego, encendido gracias al sacrificio de unos cuantos muebles viejos. Sus manos entrelazadas alrededor de las rodillas dobladas y la barbilla apoyada en ellas, pueden hacer creer a cualquier observador despistado que se encuentra en una actitud relajada. Sin embargo, al detenerte un poco más, si prestas la suficiente atención a su rictus, puedes deducir fácilmente que se halla concentrada, ensimismada adrede en la pira improvisada.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> No es la noche de San Juan, pero eso el fuego ni lo sabe, ni lo respeta; ajeno a cualquier ceremonia que no sea destruir lo que toca. Yo soy como el fuego, lo fui en nuestra relación. Quemé hasta el último puente que tendiste y ya no puedo regresar a ningún lugar que no seas tú. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Por eso te sigo, o te persigo; ya no me excuso. Por ese motivo llamo a tu casa y cuelgo, pese a que tu madre, con la que volviste después de nuestro último desencuentro, sabe perfectamente quién soy y me insulta antes de que me dé tiempo a colgar el teléfono. Pegué a ese novio tuyo por la misma razón, aunque todavía hoy nadie sepa por qué un encapuchado le partió las piernas. Yo sé que tú sospechas porque la policía me hizo algunas preguntas, pero esa noche estaba trabajando, lejos del lugar donde a tu novio le golpearon pensando en hacerte daño solo a ti. Como confirmó mi compañero, también vigilante de seguridad, al que podría engañar un niño y desvalijar lo que quiera que esté vigilando: me encontraba de guardia con él, y no, no me perdió de vista en toda la noche. Tampoco quiso confesar que se había quedado dormido por obra y gracia del somnífero que metí en su botella de agua. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Estoy frente a ti, pero no me has visto aún. Delante de mí hay dos personas de pie, te observo sentado, mirando entre las piernas de una de ellas. Creo que intuyes que he sido yo quien ha quemado los muebles que ahora arden entre nosotros, estropeando el rastrillo que teníais preparado desde la asociación del barrio. Debía hacerte salir de tu guarida y ahora estás a la intemperie esperando el cuchillo que atravesará tu frágil garganta.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Te voy a matar porque no quiero hacerte sufrir. Odio el impulso que me lleva a tu casa de noche, aborrezco el ansia de volver a correrme dentro de ti mientras te agarro el cuello con las dos manos, cada vez más fuerte. Después de poner fin a tu vida me suicidaré, no sin antes detenerme a observar tu cuerpo inerte, y tal vez reposar a tu lado unos minutos, abrazados, como antes. Como nos iremos al más allá. Lo haré en tu misma calle, en tu portal. Justo cuando creas sentirte a salvo, dejaré que te cerciores de que soy yo el que decide si vives o mueres, para que tus ojos asustados averigüen quién acaba con tu vida infringiéndote el último dolor que podrás llegar a sentir.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Adiós al rastrillo solidario. Mañana solo quedarán cenizas. Rabia es la palabra que crepita en el fuego. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Todo comenzó como una distracción después de una muy mala etapa. Pero cada vez fui encontrando más apoyo en esta asociación de barrio que hace unos meses ni tan siquiera sabía que existía. Este era mi primer proyecto: primero la idea, después el proceso de plasmarlo en papel, presupuestarlo, llevarlo al Ayuntamiento, rellenar la solicitud con los permisos, darle difusión, notas de prensa a los medios de comunicación… Todo el trabajo se quema delante de mí. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Los compañeros me han dado su pésame y me han dicho que habrá más oportunidades. Las habrá, supongo. «El poli», mi primo, me ha dicho que lo investigarán. «El poli» no es policía ni es mi primo, es un quinqui del barrio que trapichea con todo lo que se puede vender y comprar, pero somos amigos de la infancia y me aprecia. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> La hoguera se vacía y no quiero ser la última en retirarme. Hace calor pese a que ya está avanzado el atardecer. Me he despido de los vecinos con una mueca y me doy cuenta que no soy capaz de levantar la mirada del suelo mientras camino hacia mi portal a paso lento. Mis padres me esperan en casa para darme un abrazo de consuelo. Otro más.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> No creo que lleguen a dármelo, al menos hoy no. Noto el acero de la culata entre el pantalón y mi cadera. No sabe que lo he visto y tampoco que sé lo que se propone. Quiero que me vea empuñando el arma, que sepa que la bala llegará a su estómago antes de que sea capaz de acuchillarme. Cuando caiga al suelo dejaré que se desangre despacio mientras se muere sabiendo que soy yo la que permanezco en pie después de todo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
DESDE LA TRINCHERAhttp://www.blogger.com/profile/09576479924312812318noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3903501678463408967.post-20183983263900088312014-06-14T18:53:00.001+02:002014-06-14T19:04:34.006+02:00EL OTRO CAMINO<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Se quitó el cinturón, bajó, cerró la puerta y decidió que no quería volverse para observar como el coche se alejaba. Antes de abrir el portal de su casa escuchó el ruido del motor apagándose en la distancia, y ahí fue cuando se arrepintió y quiso darse la vuelta para hacer un último gesto, para verla mientras la sentía cerca por última vez. Pero no lo hizo, porque sabía que el coche ya no estaba a su espalda, y aquel momento habría pasado para siempre si giraba sobre sí mismo para encontrarse con el vacío de la avenida a esas horas de la noche. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Permaneció mirando los barrotes de la puerta, no quería mover un músculo para no dejar pasar el momento: si no avanzaba no podría dejarlo atrás; si no se daba la vuelta sería como si el coche aún estuviera allí. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"><span style="font-size: large;"> </span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Ese fue el instante en el que la vida decidió abrir dos caminos ante sus ojos. Con una claridad meridiana, se vio metiendo las llaves y abriendo la puerta, repitiendo el gesto unos instantes después para entrar en su piso del primero ce. Se vio lavándose la cara y desvistiéndose en el salón para no despertar a su mujer, de la que se había separado emocionalmente hacía más tiempo del que él mismo era capaz de reconocerse. Y es que Julia había triunfado donde él solo había obtenido frustraciones: los guiones que ella escribía gozaban de mucho prestigio entre el gremio, mientras que los suyos apenas habían dado para un par de colaboraciones en dos series de televisión menores y gracias siempre a la mediación de su mujer. No únicamente por este motivo la relación ya no funcionaba, fue consciente, menos veces de las que intuía que había ocurrido, de que Julia le había sido infiel con un par de compañeros de trabajo y con algún actor. Por qué ella no le había dejado le resultó un misterio, hasta que unos meses atrás, en la cama, Julia le abrazó como si les uniera cualquier afinidad distinta a la del matrimonio y le susurró al oído que le tenía mucho cariño. No pudo evitar sentirse como una moscota, un perro fiel que esperaba la caricia de su ama moviendo el rabo. Esa noche dos lágrimas resbalaron por su mejilla minutos antes de quedarse dormido.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Si había entrado en el portal la noche anterior, a la mañana siguiente continuaría con su rutina de entre semana: levantarse tarde, desayunar, ojear los periódicos por Internet y dedicar un par de horas a su trabajo, si es que tenía algún quehacer. Cerca de las dos llamaría a Julia para preguntarle si volvería a casa para comer, casi siempre espera un «no», con lo que se prepararía para sí mismo algún plato que no le llevara excesivo trabajo. Por la tarde leería un poco, se sumergeria un par de horas en la novela que estaba escribiendo y después se dedicaría a hacer varios recados. Fue haciendo uno de esos recados donde conoció a la mujer que le había dejado la noche anterior en el portal: unos meses atrás había decidido que era hora de tirar la vieja cafetera y comprar una nueva, la casualidad quiso que se encontrase con ella y que además pretendieran comprar el mismo producto. Para más inri solo quedaba ésa en la tienda. Una cosa llevó a la otra y quedaron en su casa para tomar un café y probar la cafetera que finalmente le había cedido haciéndose pasar por un caballero, como le dijo en algún momento de la conversación para arrancarle una sonrisa. Ahí comenzó una relación que venía durando cerca de medio año, hasta que ella le dio un ultimátum para que dejara a su mujer y él no supo que contestar pese a que se escuchó decir en voz alta que no lo haría. Minutos después de esta conversación se encontraría de pie, junto a su portal, sin saber qué camino tomar.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Si en vez entrar en el portal se hubiera dado la vuelta, habría comprobado que el coche ya no estaba y que efectivamente se encontraba solo en la larga avenida. Se habría sentado en un banco con el teléfono en la mano, donde habría escrito varias veces un mensaje para borrarlo a continuación. Dando muestras de flaqueza, de una cobardía que lo había invadido no sabía en qué momento, pero que era impensable diez años atrás, antes de llegar a los treinta, cuando el miedo era una palabra sobre la que se podía saltar y la cobardía un delito contra uno mismo. Cuando no podía imaginar una situación ante la que no sentirse valiente y capaz.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>No se la merecía, en eso pensaba compulsivamente sin ser capaz de razonar más allá, perdonándose a sí mismo a la vez que se ponía la disculpa que horas después, cansado de estar sentado en aquel banco, le haría subir a casa y acostarse con su mujer, que le haría levantarse al día siguiente para comer solo, escribir su novela y dedicarse a hacer varios recados.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Continuaba parado frente al portal, hasta que la última imagen del segundo camino que podía tomar su vida dejó de crepitar en su cerebro. Miró al suelo y decidido giró sobre sí mismo, como quien elige el suicidio por ser la opción más valiente pese a saberse muerto de cualquier forma. El coche no estaba parado frente al portal y el silencio de la noche inundaba la calle desierta. Pero se resistió a moverse, como si unos segundos más peleando en una quimera pudieran cambiarlo todo. Escuchó entonces como la puerta de un coche se cerraba a unos metros a su derecha, y como ella aparecía, con lágrimas en los ojos, esperando ya el beso que anunciaban los pasos apresurados que estaba dando para encontrarse de nuevo entre sus brazos.</span><br />
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
DESDE LA TRINCHERAhttp://www.blogger.com/profile/09576479924312812318noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3903501678463408967.post-68026838728736213042014-05-27T19:58:00.002+02:002014-05-27T20:16:57.011+02:00LA MUJER DEL RESTO DE MI VIDA<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> </span><br />
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-size: large;"> El sonido producía dolor en los oídos, no solo por su volumen también por la propia música en sí. No sé cómo se llama ese tipo de música y sospecho que tampoco lo sabe el que la pone, o la pincha, como dicen ahora. Las luces cambiaban de color, se movían, se apagaban pasaban junto a mis ojos y me cegaban. No veía NADA. Llegué a pensar que estaba al borde de un ataque epiléptico, incluso que tal vez era eso lo que pretendieran, quizá fuera una moda pasajera. La gente diría al día siguiente: ¡me dio el ataque tío, fue increíble! </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Todos los allí aglutinados, porque estábamos tan juntos que podría haber dejado a alguna chica embarazada, tenían al menos la mitad de años que yo. O incluso menos de la mitad. Podría haber tenido NIETOS en ese lugar. Nietos epilépticos. Y sordos. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Tal vez la situación ya resultaba desagradable, no hacían falta más alicientes. Pero los había, vaya que si los había: mantenía una erección interminable, como si sufriera de priapismo. A aquellas alturas comenzaba a dolerme, pero las setas que había comido habían provocado el efecto balsámico de hacer que mantuviera conversaciones con mi pene. Todo hombre debería tener la oportunidad de hablar aunque solo fuera una vez en la vida con su pene. Tampoco se podía decir que mantuviéramos una conversación, lo que en realidad ocurría era que lo escuchaba de fondo y tan solo le contestaba cuando estaba harto de su perorata. Lo único malo de hablar con tu pene es darte cuenta de que no es muy inteligente.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Caminaba con mucho cuidado, nada más entrar había pedido en la barra un botellín de cerveza, por si alguien notaba un bulto que al menos pensara que le había dado con aquello, y no con AQUELLO OTRO. Jamás pensé que llegaría a vivir nada parecido, todo empezó con la despedida de soltero de un chico del pueblo a la que yo no estaba ni tan siquiera invitado. Aparecí por el bar como aparecía todas las noches, después de asearme un poco tras horas trabajando en el majuelo. Enseguida me animaron, me invitaron y quisieron que fuera con ellos a la ciudad, entendían que para celebrarlo bien había que salir del pueblo. No sé en que momento me echaron la Viagra y las setas en la comida, pero llegando a la ciudad a uno de ellos se le escapó y todos salieron corriendo dejándome allí solo. Gritaron que nos veríamos a última hora en el…, no sabría repetir el nombre del bar y nadie me supo indicar. Lo más parecido, me dijo un chaval, es el que está a la vuelta de la esquina. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Recuerdo que entré pensando en sentarme y dejar pasar la noche, pero aquel sitio no daba lugar a ello. Supuse que si la gente se sentaba se dormirían y se irían para casa; supuse que si la gente se escuchaba se hartarían de oír tonterías y se irían para casa; supuse que si la gente no era hipnotizada por todas esas luces se darían cuenta de donde están y se marcharían para casa. Y eso era malo para el negocio.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —Supongo, supongo, supongo… —repetía mi pene desde allí abajo. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> En ocasiones lo hacía: escogía una palabra que le hiciera gracia y no paraba de repetirla.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —Calla de una puta vez.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —¿Qué? —me preguntó una mujer algo más joven que yo a la que no había prestado la más mínima atención, entre otros motivos porque era incapaz de fijar la vista en algún lugar concreto.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —Depende…, ¿qué has escuchado?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —¡No te he entendido!</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —¿Ahora o antes?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —¡Antes!</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Sonreí aliviado.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —¡Que me estoy mareando con estas putas luces!</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —¡Yo también! ¡Agobian bastante! ¿Salimos fuera?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —¡Claro! </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Procuré distanciarme mientras salíamos, cuando llegué fuera me esperaba en la puerta encendiendo un cigarro. Yo coloqué la chaqueta de la mejor manera que pude para que no notase el bulto.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —¡A por ella! ¡A por ella! ¡A por ella! —gritaba mi pene.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Le di un pequeño golpe, pero me dolió a mí más que a él. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —¿Cómo has venido a parar a este bar?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —Vengo mucho, soy cliente VIP.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Sonrió. Tuve la sensación de haber encontrado un camino a alguna parte.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —¿Y tú?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —Una despedida de soltera de una sobrina.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —¿No me digas?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Ahora sonreímos los dos. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Era una mujer mayor, superaba los cuarenta. Me gustó enseguida porque su forma de vestir no reflejaba la necesidad de acostarse con alguien esa misma noche. Era morena con media melena. Ojos bonitos. Pesaría lo mismo que yo, pero lo disimulaba bien con unos pantalones de lino negros que le quedaban bastante holgados. Medía unos centímetros menos que yo. Habría que explicar que yo no estoy gordo y no llego al metro ochenta por nueve centímetros. Al metro noventa no llego por diecinueve centímetros y así sucesivamente. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —¿Nos sentamos en aquel banco y me cuentas a qué has venido esta noche a la ciudad?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —¿Eso lo dices porque has visto mi antena de extraterrestre?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —Perdona. Pero no he visto a nadie vestido como tú en toda la noche.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —Sí, mis superiores solo me pasaron fotografías de hace más de veinte años antes de salir «Puebblut62».</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Volvió a reírse, y me pareció cierto todo lo que pensaba cuando era joven sobre el amor.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Nos sentamos en el banco mientras ella mandaba un mensaje a su sobrina para que se lo pasara bien. «Estoy cansada», me informó que le escribía. «No puedo seguir vuestro ritmo. Pasarlo muy bien».</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —¿Y bien? ¿Qué haces aquí a estas horas?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —Pues aunque te pueda parecer mentira: también estoy de despedida. Pero a mí me han dejado colgado. Si no te hubiera encontrado no hubiera tardado mucho en buscar un taxi e irme para casa, supongo…</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —¿Supones?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —Se me acaba de ocurrir la idea. Será por la setas.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —¿Setas?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —Sí, lo chicos con los que he venido me la han jugado.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —Vaya…, ¿qué se siente?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —Hablo con mi pene.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Primero me miró seria, entre sorprendida y asustada. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —En serio —dije temiendo que pensara que era un pervertido—. ¿Crees que me inventaría algo así?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Y soltó una carcajada que llamó la atención de un grupo de chavales que estaban a unos cien metros de nosotros. Al darse cuenta se llevó las dos manos a la cara para taparse boca y nariz mientras seguía riéndose. Recordé que me volvían loco las mujeres que hacían ese gesto.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —¿Qué te dice? —preguntó cuando terminó de reír.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —No pienso decírtelo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Volvió a reírse de nuevo. Le lloraban los ojos, se los secó con un dedo y el rimel se le corrió un poco. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —Menudo panorama…, ¿y no piensas aprovechar la empalmada que llevas?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Ahí me corté. Soy de natural tímido y he sido educado en la decencia. No supe responder.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> —Perdona, no quería hacerte sentir incómodo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> A continuación me lanzó una de esas miradas entre el «me gustas pero no me fío» y el «no quiero dormir sola y sé que tú tampoco».Cuando pareció decidirse y mientras yo le murmuraba a mi pene que se callase, pues estaba en plena arenga, se levantó, cogió mi mano y me indicó el camino hasta su casa.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> No hablamos demasiado por el camino, yo estaba realmente sofocado y no tardamos mucho en quitarnos la ropa una vez nos sentamos en el sofá; pero cuando intenté introducirme en ella mi pene había fallecido y me resultaba imposible volver a henchirlo de sangre.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Fue de esta forma como conocí a la mujer del resto de mi vida. Aquella noche dormimos juntos y a la mañana siguiente nos levantamos tarde y nos desayunamos el uno al otro: yo felizmente recuperado, ella felizmente satisfecha, y mi pene felizmente vivo y mudo.</span></div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
DESDE LA TRINCHERAhttp://www.blogger.com/profile/09576479924312812318noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3903501678463408967.post-47274215657211519942014-05-19T18:35:00.000+02:002014-05-19T18:35:52.502+02:00MANADA DE HAIKUS V<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-size: large;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-size: large;">Supuran
vísceras<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-size: large;">las palabras
heridas<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-size: large;">en tu
garganta.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<br /></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-size: large;">Llega el
pasado,<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-size: large;">ha traído
presente:<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-size: large;">faltas,
futuro.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-size: large;">Cambio de tercio:<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-size: large;">no existen Dios ni heridas,<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-size: large;">solo hay camino.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-size: large;">Caduca el
mundo:<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-size: large;">toda la luz que
nace<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-size: large;">encuentra
párpados.<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<br /></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-size: large;">Pido perdón<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-size: large;">si la herida venció<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-size: large;">a la caricia.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-size: large;">Perder el
tren,<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-size: large;">ese salto no
dado:<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-size: large;">yermo pasado.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-size: large;">El sol inmóvil,<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-size: large;">mi corazón en sístole:<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-size: large;">no pasas, tiempo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-size: large;">Enciende
hogueras,<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-size: large;">quememos el
pasado:<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-size: large;">todo será
humo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<br /></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-size: large;">Sumas y restas,<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-size: large;">vienes pero te vas.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-size: large;">Y yo al revés.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-size: large;">Los días
limpios:<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-size: large;">bucear en el
tiempo,<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-size: large;">vivir
rincones.<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<br /></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-size: large;">Vientos del norte<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-size: large;">farfullan al oído <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-size: large;">tus palabras.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
DESDE LA TRINCHERAhttp://www.blogger.com/profile/09576479924312812318noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3903501678463408967.post-4938944186215552662014-05-03T18:47:00.001+02:002014-05-03T18:49:54.077+02:00HUIDO EN LA TIERRA<div style="text-align: justify;">
<i><span style="color: blue; font-size: large;"> Era como ver un paisaje conocido desde otro ángulo.</span></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="color: blue; font-size: large;"><br /></span></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="color: blue; font-size: large;"><br /></span></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="color: blue; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>ALBERT SÁNCHEZ PIÑOL, Pandora en el Congo.</span></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>«Tengo la piel fría. El vello de los brazos erizado como agujas finas, apuntando al norte. Tengo el cerebro lleno de sentimientos, como escalofríos recorren mi cráneo emociones que se encienden para terminar apagándose justo donde empezaron, tras un periplo en el que prendieron más sensaciones que también llevan a cabo su recorrido despertando a su vez más sacudidas en un bucle sin fin.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Así estoy ahora que no me lo preguntas y te limitas a sentarte cerca rozándome con los dedos de tus pies descalzos».</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—No está mal —me dice—. ¿Tienes algo más?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Niego con la cabeza. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—¿Crees que podrás…?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—No lo sé —digo con desgana, sabiendo que no le estoy dando muchas opciones.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Duda un instante, se quita las gafas y las limpia despacio.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—Tan solo esto no lo podemos publicar —me advierte mientras se las coloca de nuevo—. Esperaba varios relatos o incluso los primeros capítulos de una novela. ¿Tienes una crisis?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Niego otra vez con la cabeza.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—Santiago… Dos meses para dos párrafos escasos... Como tu editor estoy decepcionado.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Lo dice despacio, con mucha cautela. Sin querer ofenderme cuando debería haberme tirado el folio a la cara.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—Te dimos un adelanto.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Afirmo con la cabeza y hago una mueca de resignación con la boca. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—No sé qué podemos hacer…</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—Dame algo más de tiempo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Como pronuncio más de tres palabras seguidas y le doy un camino a seguir se entusiasma.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—Eso vamos a hacer. De aquí a un mes me gustaría ver al menos ocho o diez relatos, para ir seleccionando alguno y ver si podemos publicarlos en la revista. Tu nombre tiene que seguir en el candelero.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Me levanto. Amago una sonrisa, le doy la mano y salgo del despacho sabiendo que le dejo allí sentado, inseguro de sí mismo y con muchas dudas sobre mi trabajo. Menos mal que no se ha dado cuenta de que llevo puesto el pijama debajo de los pantalones de pana y de la única camisa limpia que me quedaba a mano.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Me doy perfecta cuenta de que he salido a la calle porque hace mucho calor. El pijama me está matando, así que decido quitarme el pantalón y la camisa y seguir caminando con él puesto. Es bastante moderno así que cualquiera lo puede confundir, al menos con una prenda de deporte o algo. Es igual. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>He aprendido muchas cosas desde que llegué al planeta Tierra. Pero metí la pata al escoger a este escritor como vehículo para mis indagaciones. La noche que lo encontré estaba borracho como una cuba gritando barbaridades. Ahí aprendí lo que es una resaca, el tipo debía llevar más de diez noches bebiendo. Luego tuve que aprender a qué se dedicaba y con quién se relacionaba. En eso sí acerté: no tenía muchos amigos; menos trabajo para mí. Tan solo otro escritor como él que viene a su casa, bueno, ahora a mi casa, para hablar sobre lo que está escribiendo. Y eso es todo lo que hace, hablar. No escucha. Mucho mejor porque tampoco hubiera sabido qué decirle.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Con el tiempo he aprendido a ser un perfecto imbécil. En parte porque él también lo era, pero también porque es la mejor forma de triunfar. Y por lo que estoy viendo casi todo debe funcionar así. La gente amable es feliz con los suyos, simpáticos la mayoría también. Pero no triunfan. Se dedican a estar juntos, reírse, hacer pequeños viajes con el poco dinero que han ido juntando a lo largo del año, a estar con sus familiares antes de que se mueran, o morirse ellos… En realidad parecen gente simple pero desde mi punto de vista no lo veo tan sencillo. Hay emociones que no he aprendido a interpretar, o que tal vez no tengo. Al cenutrio que regento lo calé rápido. Menudo ejemplar. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>La gente me mira pero me da igual. Sé que soy conocido, si alguien me graba un vídeo en pijama por la calle mucho mejor, he decidido asumir el papel de escritor atormentado, medio loco. Y gilipollas. Me vendría de cine alguna foto en un periódico para extender el rumor.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Ya estoy llegando a casa. Debería escribir algo pero no sabría sobre qué hacerlo. Lo que le he llevado al editor lo encontré por aquí tirado. Algunas personas escriben historias y parece que les sirve para deshacerse de algo que no les abandona de ninguna otra forma. A éste ya no le queda nada dentro, me parece. Cuando me marche a otro planeta su carrera se habrá hundido. Pobre.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Voy a buscar algún otro escrito por aquí, tal vez en la mesilla guarde algo interesante. Aquí hay un cuaderno entero. Pero solo repite una y otra vez las mismas frases: «No te rindas, no eres un extraterrestre, no eres un extraterrestre, no lo eres, no lo eres, no lo eres…».</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"><span style="font-size: large;"> </span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
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<br /></div>
DESDE LA TRINCHERAhttp://www.blogger.com/profile/09576479924312812318noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3903501678463408967.post-18137536973076805832014-04-20T11:47:00.000+02:002014-04-20T11:49:46.772+02:00INEVITABLE<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue; font-size: large;"> Tendemos a pensar que nuestras decisiones se basan en criterios perfectamente meditados. Yo opino que primero se mueven nuestras emociones, que actúan como palanca invisible de nuestras razones.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>ALBERT SÁNCHEZ PIÑOL, Pandora en el Congo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Se sorprendió al ver luz entrando por la ventana, como quien se levanta un domingo de invierno asumiendo otro mal día para descubrir que el tiempo otorga una tregua. También se hubiera sorprendido si en vez de luz hubiera visto lluvia. O nieve. O una persiana bajada, o la noche. Porque no fue el hecho de presenciar un día climatológicamente acogedor lo que le causó cierto asombro, sino la idea de seguir vivo, porque, sin saber de dónde provenía exactamente, le invadía la convicción de tener que estar muerto. Su presencia allí, en lo que había reconocido como una habitación de hospital, le parecía una incoherencia incompatible con la propia vida.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Pablo se levantó a su hora habitual para ir a trabajar. Al mirarse en el espejo del cuarto de baño se dio cuenta de que no se había afeitado y necesitaba hacerlo para estar presentable. Era un día importante: hoy saldría en los periódicos como el hombre que había asesinado a su jefe instantes después de haber sido despedido. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Vivía solo desde que se separó hacía ya tres años. Al principio tuvo la sensación de separarse de su mujer y de sí mismo, pues se le había olvidado cómo era su vida antes de conocerla. Sin embargo con el paso del tiempo se acostumbró a la situación, llegando a disfrutar de su nueva condición. Pasó de estar casado a estar separado para terminar arrejuntándose de nuevo consigo mismo. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Amancio no se despertó hasta las nueve. No había dormido bien, sueños agitados, violentos. Llevaba toda la semana igual y decidió darse un descanso esa mañana, la del último día de dar malas noticias a sus empleados: reducciones de jornada, de salario, despidos… No era sencillo para él mirar a los ojos a uno de sus empleados y decirle que no contaba más con sus servicios, que lo sentía mucho, que si por él fuera…</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Entró a las ocho en punto y se sentó en su cubículo. Tres paredes le aislaban del resto de sus compañeros y también le protegían de miradas indiscretas. Guardó un cuchillo, el que llevaba a la espalda, en el cajón del escritorio. El otro lo dejó donde estaba, entre el calcetín y su tobillo. Supuso que le llamarían a recursos humanos para que su jefe le diera el discurso y lo mandara a la calle, pero contempló también la posibilidad de que fuera allí mismo, en su puesto de trabajo. Cada vez se respetaban menos las formas.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Amancio no llegó a la oficina hasta las once de la mañana. No quería ir, pero aún tenía que despedir a un empleado más, ya el último. Pensó en dejarlo en manos del subdirector, pero luego pensó que eso no era lo correcto, él era el jefe y eso iba con el cargo y el sueldo. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Nada más entrar mandó a su secretaría que fuera a buscar al empleado y lo llevara a recursos humanos. Dejó su maletín, cogió los papeles necesarios y saludó al jefe de personal. No habían terminado de saludarse cuando llamaron a la puerta. «El último y te vas a casa, que te lo has ganado», pensó mientras se sentaba.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Escuchó pasos en el pasillo que se dirigían hacia su puesto de trabajo. Era una mujer, llevaba tacones. No podía ser otra que la secretaria. Había ensayado mentalmente esa escena más de cien veces en los últimos días y eso es lo que hizo de nuevo, ensayarla mentalmente entre sudores fríos. Cuando ya se estaba levantando y caminaba hacia recursos humanos se dio cuenta que el segundo cuchillo se había quedado en el cajón. «Una única oportunidad», se dijo a sí mismo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>El hombre que entró en el despacho lo hizo sudando y respirando con dificultad. No sabía dónde colocar sus manos cuando se sentó, ni tan siquiera quiso estrecharle la suya cuando se la tendió. Había despedido a más de quince personas en las últimas dos semanas y esas reacciones, de haberlas habido, fueron siempre posteriores. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Cuando se sentó colocó sus manos abiertas sobre las rodillas. Le sudaban y no quería que el cuchillo se le resbalara de las manos. Dudó un segundo, ¿en que tobillo lo tenía? Sintió el frío metal en su pierna izquierda. Dejó que su jefe empezara a hablar, aunque apenas lo escuchaba.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>En medio de su discurso el hombre se había agachado para hacer algo. Juraría que estaba atándose los cordones de un zapato porque tardaba demasiado. Le preguntó si se encontraba bien. No obtuvo respuesta. Cuando emergió de nuevo tenía un cuchillo en su mano derecha.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>En el momento en el que se puso a hurgar en el calcetín para coger el arma no estaba del todo decidido a hacerlo. Se quedó agazapado, respirando de forma agitada. Cuando se puso de pie su jefe y el director de recursos humanos ya habían saltado de sus sillas y apoyaban la espalda junto a la ventana que tenían detrás. Sus caras reflejaban un miedo intenso, pero él no se sentía más poderoso por ello.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Cuando Pablo despertó en el hospital le dolía el estómago y lo sentía vendado. Lo último que recordaba era haberse mareado y sentir el cuchillo perforando su estómago al caer sobre él en el suelo. Vio varios papeles sobre su estómago, torpemente cogió uno de ellos: la carta de despido.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large; white-space: pre;"> </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
DESDE LA TRINCHERAhttp://www.blogger.com/profile/09576479924312812318noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3903501678463408967.post-11206826940666801452014-03-26T19:59:00.002+01:002014-03-26T19:59:47.488+01:00NI VERSOS NI LIBRES II<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> <span style="color: blue;"> <span style="font-size: large;">Una palabra que bebió sombras para brillar ardiéndose.<o:p></o:p></span></span></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="color: blue; font-size: large;"> JUAN GELMAN, Mundar.<o:p></o:p></span></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-size: large;">I<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-size: large;">Navegan los
barcos en primavera. Todo tiene su orden, avanza en su pasado.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-size: large;">Los números
mienten con argumentos rotundos, mientras los días que fueron se cuentan por
personas o lugares.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-size: large;">La vida no
termina nunca.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-size: large;">II<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-size: large;">Las
fotografías permanecen intactas, les dan igual los años y las arrugas en los
ojos de quien las mira. Son soles a veces, no acaban.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-size: large;">Sobrevivimos
a todos los finales.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-size: large;">III<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-size: large;">No estamos
todavía allí. Hemos vuelto al futuro reciente, dispuestos a arrojar las armas
al fuego para pelear con puños cerrados y pies de pluma.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-size: large;">Llegará la
luz que lo inunde todo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
DESDE LA TRINCHERAhttp://www.blogger.com/profile/09576479924312812318noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3903501678463408967.post-19239889749752644182014-03-05T18:06:00.002+01:002014-03-05T18:23:23.705+01:00FANTASMAS<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue; font-size: large;"><i> Crujen las cartas que nunca te escribí.</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue; font-size: large;"><i><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Matan al perro en mi memoria siempre.</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue; font-size: large;"><i><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>¿Quién le da de comer?</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue; font-size: large;"><i><br /></i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue; font-size: large;"><i><br /></i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue; font-size: large;"><i><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>JUAN GELMAN, Mundar.</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Primero se cruzó con él en la calle y después en una tienda especializada en tartas por encargo. Las dos veces pensó que a su cara le faltaba pelo, parecía desnudo, una persona extraña, distinta. En su caso, pensó también, eso podía ser bueno.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>La primera vez que pasaron al lado el uno del otro no se dio cuenta de quién era hasta que avanzó unos metros, entonces se volvió, para descubrir que también él se había vuelto a mirarla. Siguió avergonzada su camino, no quería que la viera, no así. Minutos después entró en la tienda y descubrió que la había seguido, o al menos entró justo después, para quedarse quieto, mirándola con ojos tristes. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—¿Te ha sobrado algo hoy? —había preguntado justo cuando él entraba por la puerta de la tienda.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>No podía haber oído la pregunta, el timbre, molesto, que sonaba cada vez que alguien cruzaba el umbral debía haber camuflado sus palabras. La dependienta no había contestado. Como casi siempre se dirigió al interior, al almacén suponía ella, para ir en busca de algún pastel, a veces, incluso, de un pedazo de buena tarta.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Durante el escaso minuto que tardó en volver la dependienta solo se atrevió a mirarle fugazmente a través de uno de los espejos de la pared, dándose cuenta de que él no podía parar de hacerlo. No intercambiaron ni una sola frase.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—Gracias —dijo cuando recibió dos pasteles envueltos por separado.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Salió del establecimiento sin cruzarse con sus ojos, por suerte no ocupaba la puerta y no tuvo que pedirle que se apartara. Cuando pisó la calle se percató por primera vez de que era noche cerrada y hacía frío, como siempre durante los primeros días de primavera.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Abrió uno de los pasteles y lo devoró, literalmente, no podía controlarse si llevaba todo el día sin comer. Continuó caminando y ya casi se había olvidado de él, cuando escuchó unos pasos varios metros por detrás de los suyos. No quería mostrarle el camino hacia la nave donde se alojaba esa noche, así que caminó sin rumbo durante unos minutos, esperando a que se cansara de seguirla mientras engullía el otro pastel con la misma rapidez que el primero.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Pasó casi media hora caminando sin rumbo fijo intentando recordar todo lo que habían vivido juntos. Recordaba con escolta, pensó, sintiéndose arropada mientras rememoraba aquellos tiempos desubicados temporalmente en su memoria: las tardes en el parque, sentados en el banco compartiendo litrona y porros; las discusiones sobre nada; el sexo salvaje; dormir abrazados tras el maremoto de orgasmos cerebrales y el posterior acaloramiento después de haber compartido jeringuilla…</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Paró en seco, aún sentía su presencia a pocos metros de distancia. Esperó a que dijera algo, mientras arrugaba, nerviosa, el envoltorio que había llevado consigo durante todo el trayecto sin darse cuenta. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Respiró hondo, se apartó el pelo de la cara, lo notó entonces más sucio que nunca y por primera vez en muchos meses se avergonzó de su aspecto.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—¿Qué quieres? —preguntó girando sobre sí misma para descubrir que estaba sola.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"><span style="font-size: large;"> </span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
DESDE LA TRINCHERAhttp://www.blogger.com/profile/09576479924312812318noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3903501678463408967.post-70850321514396535952014-02-05T19:56:00.002+01:002014-10-04T00:38:41.874+02:00LA BOLSA Y LA VIDA<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue; font-size: large;"><i> Todo el mundo duda ante el dinero.</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue; font-size: large;"><i><br /></i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue; font-size: large;"><i><br /></i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue; font-size: large;"><i><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>WILLY URIBE, Nanga.</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>El humo del cigarro detiene la escena como si de una fotografía se tratase. La oscuridad herida únicamente por la tenue luz que despide la lámpara que cuelga varios metros sobre nuestras cabezas torna la imagen a sepia. Mi atención se centra en los ojos azules que me atraen desde el otro lado de la mesa, de mi café al cenicero y del cenicero a su copa; como un abismo, provocándome, animándome a dar el salto que termine con mi vida.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>A mi derecha, a varios metros de distancia, se escucha el ruido que producen las bolas de billar al empujarse unas a otras, pero ni una sola palabra. Únicamente un estallido y sus consecuencias. Detrás de los ojos azules que lo absorben todo, el camarero se afana en limpiar algo que no soy capaz de distinguir pese a que sobre la barra del bar cae más luz que sobre el resto de las mesas esparcidas por el local, vacías a esa hora de la tarde.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—¿Y bien? —me pregunta, para acortar el tiempo que me estaba tomando como si fuera oxígeno. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>A la izquierda de la mesa está la pared en la que no he reparado desde que me senté, pero adivino por el rabillo del ojo un cuadro grande al que he ignorado de forma desoladora. Detrás de mí puedo adivinar la existencia de más mesas como aquella, cada una en su compartimento independiente aisladas del resto. Además, claro, del puñal que aquella mujer ha clavado en mi espalda tras pronunciar, despacio y sin apenas mover los labios, las cuatro palabras que están desangrando mi vida: “Ahora estoy con él”.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Cuando llegué al bar ya estaba sentada en la mesa, bebía entonces de la copa que no ha vuelto a probar, mientras que el café que había pedido para mí humeaba esperando mi lengua ahora quemada por impaciente. Me senté frente a ella con una sonrisa en la cara que borré de inmediato al comprobar su gesto serio, su ceño recto, sus ojos helados. Quien roba a un ladrón tiene mil años de perdón y entre los dos juntábamos dos milenios con todos sus días para ser perdonados; supongo que este es el primer pecado del que será absuelta.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—No puedes dejarme vivo —dije, confirmando en voz alta lo que ambos sabíamos sobradamente: como quien grita que se ahoga, o que se corre.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Entonces dibujé el movimiento en mi cabeza: levantar el codo derecho, sacar la navaja de su funda e insertarlo en aquella garganta que apenas unas horas antes emitía gemidos sofocados por mi hombro mientras la penetraba con toda la violencia de la que era capaz, nunca suficiente para ella. Pero entonces sus ojos helados descienden lentamente y durante un segundo se quedan fijos en el café, después vuelven a coger altura y me miran pidiendo perdón. Intuyo, porque no puedo verlas, lágrimas en sus ojos justo antes de darme cuenta de que he sido envenenado y de que ya estoy muerto.</span></div>
<br />
<br />
<span style="font-family: 'Palatino Linotype'; text-align: justify;">* Publicado, con algunas modificaciones, en Revista Almiar en Octubre de 2014</span>DESDE LA TRINCHERAhttp://www.blogger.com/profile/09576479924312812318noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3903501678463408967.post-82178131645697012542014-01-11T13:26:00.005+01:002014-01-11T13:29:12.439+01:00A PEDAZOS<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue; font-size: large;"><i> Se daba perfecta cuenta del lento caer del agua en el estanque. Del grillo que se había quedado en el rincón y seguía cantando, creyendo que aún duraba la madrugada.</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue; font-size: large;"><i><br /></i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue; font-size: large;"><i><br /></i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue; font-size: large;"><i><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ, Ojos de perro azul.</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue; font-size: large;"><i><br /></i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>“El tiempo pasa demasiado rápido y yo he salido casi desnudo de casa, para este viaje sin memoria voy a necesitar mucha tinta, la soledad existe y no”, son algunas de las perlas que escribí en mi móvil la noche que, borracho como nunca, crucé la puerta del bar donde no esperaba encontrarte y sin embargo estabas. Donde no esperaba besarte y dormimos juntos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Ocho años desde la última vez que te vi. Habías cambiado, y yo también había cambiado. Pero para mí el tiempo había transcurrido enlatado entre mi torpeza para avanzar por el sendero y la comodidad de la jaula que había encontrado; entre cuyos barrotes, bien decorados, veía pasar mi vida abandonándola a su suerte. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Esa noche me escupía verdades a la cara y reconocía haberme acomodado, calentito, bajo un nórdico en un buen colchón de plumas. Atenazado por el miedo e invadido por la ausencia de problemas que resolver: si me levantaba, me partía en dos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>“Vivo fuera y tengo frío, el viaje sabe amargo, el presente es solo aquí”, esas frases venían a mi cabeza mientras escuchaba el discurso alcohólico de una de mis amigas, la noche en la que mantenía caliente la esperanza de verte y te vi. Las ganas de tenerte y te tuve.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Muchos años desde la última vez. Un poco más calvo, pero más sosegado, más tranquilo. Igual de cálido. Y yo preocupada por no ser capaz de recordar tu pasado, arañada la cara de huir. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>“Quiero pegar en los árboles las hojas que el otoño ha derramado”, eso pensé al despedirme de ti, tras ese beso sin lengua en el umbral de mi puerta. Una noche repleta de recuerdos en carne y hueso, de rastros de huellas en forma de saliva y semen. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Yo tan cerca. Tú tan lejos. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>“Hay libros que no conocen su final”, me decía a mí misma mientras entraba en casa de mis padres con los ojos perdidos entre tus sábanas. Abrazos y gemidos, besos y palabras.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Tú tan aquí. Yo en ningún lugar.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>“Reiniciar la piel, chocar las letras, saltar en marcha”, pensaba mientras tomábamos café. Había arrugas en tus ojos y entrañas en las historias que contabas. Había marcas en tus manos, sabor en tu boca.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>“Leer las palabras, paz en las balas, ojos de perro azul”, escribí en una servilleta mientras ibas al servicio. Mientras hablabas, soñaba con la cafetería, con tus palabras, con tus largos silencios de escucha atenta. Ahora estaban allí, eran intensamente reales. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>“Acariciar heridas”, dije en voz baja mientras nos quedábamos dormidos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>“Abrir todas las puertas”, susurré cuando te miraba dormir.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>“Ahora nosotros”.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
DESDE LA TRINCHERAhttp://www.blogger.com/profile/09576479924312812318noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3903501678463408967.post-74882989175365848422013-12-25T17:54:00.002+01:002013-12-25T17:59:59.617+01:00UN DÍA INOLVIDABLE<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue; font-size: large;"><i> Los espejos y la cópula son abominables, porque multiplican el número de los hombres.</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue; font-size: large;"><i><br /></i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue; font-size: large;"><i><br /></i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue; font-size: large;"><i><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>AUGUSTO MONTERROSO, Movimiento perpetuo.</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Todo estaba en orden y lo sabía. Pese a ello, decidió repasar la lista una vez más: cámara de fotos compacta, cámara de vídeo, dinero, lubricante, ropa de colegiala y preservativos; aunque no estaba del todo seguro de tener que utilizar esto último, todo dependía de los resultados de las pruebas. El resto del equipo lo llevaba el de producción, no sabía a quien le habían asignado todavía para esa escena.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Se subió al coche tras meter todo en el maletero y puso rumbo a la casa en las afueras de la ciudad. Ya había rodado allí una docena de veces y otras tantas en dos o tres casas más. Llevaba casi un año trabajando para esa productora de cine porno y parecían estar contentos con él, o por lo menos cada vez tenía más trabajo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Mientras se dirigía a la casa abrió la ficha técnica de la escena. No le llevaba más que dos minutos leer el argumento y montarla en su cabeza. Esta vez no fue diferente: la película llevaba por título “Vecinitas 4”, con lo que sabía de sobra cómo se desarrollaría. Por lo que le dio tiempo a leer de semáforo en semáforo, unos vecinos llevaban una tarta de bienvenida al nuevo inquilino de la casa de al lado. El padre, la madre y su hija, de veinte años. Los padres se tienen que marchar porque les llama un familiar por teléfono, la abuela sale del hospital y van a recogerla, es su hija la que se queda a comer la tarta con el vecino. El resto, pura rutina. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Se fijó que no especificaba si debía ser una escena de sexo duro por lo que supuso que lo dejaban a su elección. Mejor, prefería escenas más cuidadas, delicadas dentro de lo que se pudiera permitir. La película tenía cinco escenas de sexo más, dirigidas por otros directores, algunos de ellos de renombre dentro de la industria. Buena noticia para él. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Era increíble, pensaba, la cantidad de dinero que podían mover esas películas y el poco tiempo que costaba rodarlas, sobre todo si el actor podía llevar a cabo su cometido sin mayores percances. En una hora u hora y media, tal vez dos, la escena quedaba rodada. El trabajo de montaje llevaba un par de horas más y todo listo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Llegó a la casa sin casi darse cuenta, bajó del coche y saludó con la cabeza al resto del equipo: un cámara más y el de producción. Los conocía, pero no simpatizaba demasiado con ninguno de ellos. Se dio cuenta al ver a los actores que no se había parado a pensar en ellos. Con el chico ya había coincidido, trabajaba bien, tenía aguante y daba bien en cámara, no era feo y su cuerpo estaba trabajado en gimnasio.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—¿Es anal? —preguntó la actriz, aparentemente nerviosa, nada más que lo vio.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Hizo un gesto con la cabeza para decirle que no. Debía ser bastante nueva porque no la conocía. Además, eso ya debía saberlo ella antes de empezar. El anal se pagaba más que la penetración simple y presentaba el problema de tener que drogarse con Popper o alguna droga similar para relajar el ano, cosa que en ocasiones atontaba a algunas actrices hasta el punto de adormilarlas.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—¿Tenéis los resultados de las pruebas? —preguntó.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Se las enseñaron. Todo normal, ninguna enfermedad de transmisión sexual. Ninguno de los dos. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—Sin preservativo entonces.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>El chico sonrió. Siempre era más fácil sin preservativo. De todas formas no pareciera uno de los que usaran Viagra.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—¿Falta algo o alguien? —preguntó cuando todos estuvieron en el salón.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—Ha llegado ya mi mujer para hacer de madre, sólo faltaba ella —apuntó el de producción.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—Empezamos entonces.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Los actores se vistieron y comenzaron a acariciarse y a masturbarse un poco antes de empezar a rodar. Era necesaria una buena erección antes incluso de bajarse los calzoncillos. Un pene fláccido no gustaba a nadie delante de una cámara.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>La chica se mostraba muy reticente al contacto físico, cuando se fijó bien era el chico el único que manoseaba el cuerpo, incluso el suyo propio, ya que ella continuaba con la ropa puesta sin haber tocado ni tan siquiera el vestido de colegiala para empezar a ponérselo. Acabó de montar las cámaras y comenzó a grabar, a veces le pedían material para las escenas de “detrás de la cámara” o “tomas falsas” si las había habido. Tenía confianza en que la chica entrara pronto en calor, el actor comenzaba a excitarse considerablemente, hasta tal punto que ella se había distanciado unos centímetros y ya no se dejaba acariciar. Se dirigió a ella con mucha tranquilidad.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—¿No es tu primera vez?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—…</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—¿Lo es?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—Delante de una cámara sí. Y su pene me da miedo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Se acercó hacia la bolsa que había traído y cogió el lubricante.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—No debes preocuparte por su tamaño. Esto —dijo, dejándoselo ver de cerca— hará que se deslice dentro de ti como si fuera un lápiz. Y cuando empieces a humedecerte ya no te hará falta.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Sumergido en la explicación no se dio cuenta del ruido que provenía de la calle. La puerta de la casa se abrió de golpe, cayendo dentro el cuerpo sin vida de la mujer del de producción, atravesada por una estaca.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—¡Moriréis todos bastardos! ¡Pecadores! —comenzó a gritar la chica, mientras mostraba una sonrisa enloquecida acentuada por el exceso de maquillaje.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>El miembro erecto del chico fue seccionado por una espada segundos antes de que una estaca entrara por la parte de atrás de su cerebro y saliera a través de su ojo derecho. El de producción se ahogaba ya en su propia sangre y el cámara peleaba inútilmente contra tres de aquellos enloquecidos cuando el director reaccionó y salió corriendo empujando a la chica a un lado. Corrió e intento salir por la puerta de atrás, pero la encontró cerrada. Dio un repaso mental a la casa cerciorándose de que no había otra salida posible. Cuando terminó la chica ya se acercaba a él.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—¿Buscas esto? —preguntó, burlona, enseñándole las llaves.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—Qué estáis haciendo… —dijo, con los ojos abiertos de par en par al ver como traían colgando la cabeza del de producción separada de su cuerpo, como si fuera consciente por primera vez de lo que estaba ocurriendo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—Somos los protectores de la castidad. Los únicos que sobrevivirán cuando llegue el final —explicó, el que parecía el jefe de todos ellos—. Has tenido suerte, o bueno, según se mire, tú le contarás al mundo entero por primera vez quiénes somos y por qué hacemos lo que hacemos. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—Lo grabaremos todo con tu camarita —dijo ella con los ojos abiertos de par en par.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Todos rieron a carcajadas.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—Y no te preocupes —advirtió la chica, mostrándole un bate de béisbol—, antes de que te hayas desmayado ya te habrá entrado enterito.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
DESDE LA TRINCHERAhttp://www.blogger.com/profile/09576479924312812318noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3903501678463408967.post-41137828393759149682013-11-30T14:39:00.001+01:002013-11-30T14:40:03.265+01:00PERFECTO ASÍ<div style="text-align: justify;">
<i><span style="color: blue; font-size: large;"> —¡Chinaski! — me dijo después de un rato—, me voy contigo.</span></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="color: blue; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—Espera un momento —le dije—, estás con tu novio.</span></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="color: blue; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—Oh mierda —dijo— ¡No es nadie! ¡Me voy contigo!</span></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="color: blue; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Miré al chico. Tenía lágrimas en los ojos. Estaba temblando. Estaba enamorado el pobre.</span></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="color: blue; font-size: large;"><br /></span></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="color: blue; font-size: large;"><br /></span></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="color: blue; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>CHARLES BUKOWSKI, Mujeres.</span></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>La vida es asunto de dos. Esa frase me espetó mientras se vestía. Tardó poco, las bragas y un vestido de verano, fresco, colorido. De los que te gustan puestos, aunque solamente puedas pensar en quitarlos. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>No me besó al marcharse. Su melena larga, castaña, todavía ondea en mi habitación y con ella se repite el sonido de la puerta al cerrarse. Ahí se va de nuevo, queda su fragancia cada vez. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Me he quedado tumbado en la cama fumando un cigarro. Me gusta fumar en la cama, dormir en la cama, follar en la cama. Podría hasta cagar en la cama si el resultado de la operación no fuera tan molesto. Tan inhumanamente consecuente, coherente con el acto en sí. Tan descaradamente impasible.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Rumio aún las últimas miradas, los penúltimos gemidos. Su desnudez, aturdida ante la incertidumbre de saber si se correrá. En cuántos orgasmos se puede resumir una vida, me pregunta después, para finalizar el crimen que lleva perpetrando desde que la vi por vez primera.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Dormida duele menos. Aunque bien podría estar siempre despierta, nunca se sabe con ella. A veces en vez de dormida parece estar inconsciente, como si la única forma de no estar alerta fuera sufrir un accidente provocado por la acción conjunta de la melotonina y la serotonina. Sin esa conjunción no sería posible dar cierto reposo a ese cerebro suyo, al que me dan ganas de follarme casi con tanta fuerza como al resto de ella. Si pudiera penetrarla el cerebro lo haría sin dudarlo. Pero sin correrme dentro, sin estropear absolutamente nada. Es perfecto, útil, tal y como está. Es algo bonito.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Puede que esta vida sea ciertamente algo para disfrutar entre dos. Es muy probable que vuelva a tener razón y temo, que a estas alturas, no me quede otra.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
DESDE LA TRINCHERAhttp://www.blogger.com/profile/09576479924312812318noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3903501678463408967.post-7969307205221245932013-10-30T18:24:00.000+01:002013-11-09T20:41:18.025+01:00EL ASCENSO<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Palatino Linotype';"><i> <span style="font-size: large;"> </span></i></span><span style="color: blue; font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><i>Periodista</i></span><br />
<span style="color: blue; font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><i><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Sí, esta vez me ha convencido.</i></span><br />
<span style="color: blue; font-size: large;"><span style="font-family: Palatino Linotype;"><i><br /></i></span>
<span style="font-family: Palatino Linotype;"><i><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Loco</i></span></span><br />
<span style="color: blue; font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><i><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Hasta me he convencido a mí mismo.</i></span><br />
<span style="color: blue; font-size: large;"><span style="font-family: Palatino Linotype;"><i><br /></i></span>
<span style="font-family: Palatino Linotype;"><i><br /></i></span>
<span style="font-family: Palatino Linotype;"><i><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>DARÍO FO, Muerte accidental de un anarquista.</i></span></span><br />
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Palatino Linotype;"><i><br /></i></span>
<span style="font-family: Palatino Linotype;"><br /></span>
<span style="font-family: Palatino Linotype;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Si las noches fueran todas así, no encontraría en ninguna un motivo para sentirme aburrido, pensé, recuerdo, poco antes de que me partieran la nariz con una llave inglesa.</span></span><br />
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Hacía un calor terrible y no paraba de sudar, debía, además, tener la tensión por las nubes y no tan sólo por haber comido siempre con mucha sal, también influía que estaba muy nervioso, dadas las circunstancias. Sin embargo no todo eran malas noticias, mi compañero de faena ya había fallecido. Y esto era bueno porque, por un lado él no sufriría más, y por otro significaba que me necesitaban vivo para salir de allí. Pobre hombre.</span><br />
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Palatino Linotype;"><br /></span>
<span style="font-family: Palatino Linotype;"><br /></span>
<span style="font-family: Palatino Linotype;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>El hombre de la llave inglesa volvió y me preguntó, ahora a mí, por la contraseña. Había escuchado los golpes en la habitación de al lado y cómo finalmente uno de ellos comentaba que mi compañero había muerto. Estando atado y amordazo todavía no había tenido tiempo de hablar, si lo hubiera podido hacer hubiera cantado como un ruiseñor. El golpe en la nariz fue, como dijo aquel mastodonte, para que me pensara bien lo que iba a decir cuando me quitasen la mordaza. </span></span><br />
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Todavía tardaron un rato en volver, no sé en qué estarían pensando. El estúpido de mi compañero era nuevo en esto de la seguridad privada y estaba dispuesto a cumplir con su deber hasta la muerte por los escasos mil euros que cobraba. Yo no. Además no tenían otra salida, estábamos encerrados en aquella gran joyería, que era como una caja fuerte gigante. Los dueños habían decidido que preferían personas y cámaras de seguridad en vez de alarmas, al final la policía llegaba tarde y los ladrones siempre escapaban con parte del botín. Y volvían con el tiempo, que era lo peor. Yo había empezado en esto porque quería ser detective privado, pero me quedé en este nivel por ser mucho más estimulante. Más estimulante que estudiar, quiero decir.</span><br />
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Desde que vi que un coche a gran velocidad enfilaba el cristal de la joyería pensé que estábamos en problemas. Siempre tuve un sexto, tal vez séptimo sentido para saber cuando estaba en peligro. Mi compañero insistió en que uno de los dos diera aviso a la policía, por lo que pudiera pasar, tal y como dictaba el manual, pero decidí darles el beneficio de la duda: podía ser un accidente, sin más. Con la porra en la mano me acerqué al coche del que inmediatamente salieron los cinco tipos. Uno de ellos llevaba una pistola con silenciador y fue el que disparó a mi compañero. Una bala debe doler, pensé por cómo se retorcía en el suelo sujetándose la rodilla. A mí la porra se me cayó de las manos en seguida y no tuve más remedio que hacer lo que me decían, lamentándome de no haber tomado otras decisiones. Pero a veces hay que decidir en décimas de segundo, y no siempre se acierta. No podemos echarnos la culpa por todo.</span><br />
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>La tienda debía tener un tercer sistema de seguridad, al margen de las cámaras y nosotros, pues en cuanto tocaron uno de los paneles donde estaban los anillos unas verjas bajaron del techo y encerraron allí a los ladrones, y a nosotros con ellos.</span><br />
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>La policía debería estar al llegar y ellos cada estaban más nerviosos. Por fin vinieron tres de ellos.</span><br />
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"> —Siete, cinco, tres, nueve, once —sollocé, despacio, sin dejarles decir ni </span><br />
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;">mú nada más que me retiraron la mordaza—. Nomematéisporfavornooshevistolacara. ¡Cabrones! ¡Cabrones!</span><br />
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Aún ahora no recuerdo por qué les insulté, pero les hizo mucha gracia. Llorica, me llamaron. Y pichacorta. Ya ves, que machotes ellos.</span><br />
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Resulta que no les di bien el código. Me confundí en un número y la verja no se abrió. Me volvieron a preguntar, esta vez más tranquilos, porque yo estaba un poco nervioso. Balbuceé el mismo número y volvieron a marcarlo. Nada. Ahí se cabrearon un poquito. Volvieron a tirar de llave inglesa, pero la policía ya estaba entrando en la joyería, con gases lacrimógenos y demás armamento. La mayoría de los asaltantes murieron, y yo perdí el conocimiento.</span><br />
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Palatino Linotype;"><br /></span>
<span style="font-family: Palatino Linotype;"><br /></span>
<span style="font-family: Palatino Linotype;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Y aquí estoy ahora, escribiendo mis memorias. Me han dicho que escriba la verdad, que la editorial ya se encargará de hacer los retoques pertinentes. Cuando salí del hospital me condecoraron, estuve todo el tiempo que pude de baja psicológica y ahora me han ascendido a un puesto mucho más tranquilo, soy yo el que recibo los avisos de las joyerías en la centralita y organizo los operativos de seguridad además de iniciar los protocolos de actuación. Una de las lucecitas lleva encendida un buen rato, será que está estropeada. O algo.</span></span><br />
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Palatino Linotype;"><i><br /></i></span>
</span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Palatino Linotype'; font-size: large;"><i> </i></span></div>
DESDE LA TRINCHERAhttp://www.blogger.com/profile/09576479924312812318noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3903501678463408967.post-41242521536562458462013-09-22T23:10:00.000+02:002013-11-09T20:12:26.089+01:00TÚ Y TÚ<div>
<span style="color: blue; font-family: Palatino Linotype;"><i> <span style="font-size: large;"> Y a todo lo que espero</span></i></span></div>
<div>
<span style="color: blue; font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><i> ya no le faltas tú.</i></span></div>
<div>
<span style="color: blue; font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><i><br /></i></span></div>
<div>
<span style="color: blue; font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><i><br /></i></span></div>
<div>
<span style="color: blue; font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><i><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>BENJAMÍN PRADO, Marea humana.</i></span></div>
<div>
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><i><br /></i></span></div>
<div>
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><i><br /></i></span></div>
<div>
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="font-style: italic; white-space: pre;"> </span>—¡No se terminará hasta que yo lo diga! —gritó mientras la puerta se cerraba de golpe, en el piso de arriba.</span></div>
<div>
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Estaba apoyado en la barandilla de las escaleras, su rostro encolerizado, sus manos temblorosas y un sudor frío resbalando por su cara terminaban de completar la escena.</span></div>
<div>
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><br /></span></div>
<div>
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><br /></span></div>
<div>
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>A veces las relaciones terminan. Para él siempre habían terminado, todas y cada una de ellas. La sensación de soledad tras una relación larga y completa, que sin saber muy bien cómo se ha ido a pique, era abrumadora. Y entonces buscaba el listín telefónico y de repente encontraba números de amigos que antes no estaban allí. Familiares a los que de repente le apetecía volver a ver e incluso se embarcaba en algún viaje corto para visitar a algún conocido y desconectar por un día, o un fin de semana. Para poder contarlo y ser escuchado una vez más. </span></div>
<div>
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><br /></span></div>
<div>
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><br /></span></div>
<div>
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Lo cotidiano se vuelve un fangal. Siente como el día se engancha a su cuerpo y cada vez lo hace más pequeño, preparado para ver llegar la noche y entonces no encontrar el menor rescoldo de consuelo ni escapatoria. El día pesa y cae sobre uno, inapelable, como una pluma cae en el suelo. Sinuosa pero decidida.</span></div>
<div>
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><br /></span></div>
<div>
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><br /></span></div>
<div>
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Pasan las semanas y se acostumbra a la mierda. No agacha la cabeza y se rinde, no es eso. Ya ni siquiera recuerda el día en que bajó los brazos. La ansiedad, los nervios, el insomnio, las ganas de escuchar cómo abre la puerta, las ganas de odiarla; sin que ninguna de las dos cosas lleguen a suceder realmente. Las borracheras coléricas, las peleas en el campo de fútbol, el mal carácter en el trabajo. Eso pasó. Tan sólo queda la parte del ser humano que sobrevive a todo. Las cenizas disimuladas en su recipiente original, que caminan bajo la lluvia o que duermen, entonces sí, dispersas en su cama vacía.</span></div>
<div>
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><br /></span></div>
<div>
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><br /></span></div>
<div>
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Pasan los meses. Algunas cosas le hacen gracia. Se vuelve a reconocer a sí mismo viendo las películas que antes no podía ver porque a ella no le gustaban. Todavía no pisa los bares que frecuentaba con ella ni ha vuelto a mirar las fotografías de sus viajes, las tiene guardadas en un cajón que bien podía suponer la puerta a otra dimensión donde sólo hay precipicios. </span></div>
<div>
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><br /></span></div>
<div>
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><br /></span></div>
<div>
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>El tiempo transcurrido se ha convertido en eternidad. Lo que antes creía muerto en él resucita inesperadamente. Las reacciones de su cuerpo: las ganas de reír; de masturbarse pensando en ella sin que signifique nada especial; de caminar con la cabeza alta para ver mejor lo que tenga que ser… le sugieren que algo ha quedado atrás. Que se está alejando sigilosamente pero a paso firme de su ya anterior existencia.</span></div>
<div>
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><br /></span></div>
<div>
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><br /></span></div>
<div>
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Su calendario personal ya no se rige desde el último final. El primer día es hoy<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>. Y mañana. Y entonces tú.</span></div>
<div>
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><i><br /></i></span></div>
<div>
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><i><br /></i></span></div>
<div>
<br /></div>
DESDE LA TRINCHERAhttp://www.blogger.com/profile/09576479924312812318noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3903501678463408967.post-37010626735430726442013-08-31T19:56:00.000+02:002013-11-09T20:44:37.744+01:00LIBRE DE REMATE<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Palatino Linotype;"> <i><span style="color: blue;"><span style="font-size: large;">Es como si en cada hombre hubiera otro que estuviera más allá de la cordura y la locura, y que mirara los actos cuerdos y los locos de ese hombre con el mismo horror y el mismo asombro.</span></span></i></span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue; font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><i><br /></i></span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue; font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><i><br /></i></span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: blue; font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><i><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span> WILLIAM FAULKNER, Mientras agonizo.</i></span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><br /></span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><br /></span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Agustín salió a la calle cuando más llovía. La ciudad en verano resultaba insoportable, el calor abrasaba las aceras, derretía los árboles; aplacaba el espíritu y las ganas. La tormenta había llegado justo a tiempo, no sólo porque el ambiente resultara irrespirable, asfixiante, sino porque Agustín había decidido poner en práctica, en juego, la última de sus reflexiones. Mientras veía como el resto de la gente se resguardaba bajo los soportales o abría sus paraguas, él caminaba con cierta parsimonia y una gran sonrisa en la boca dejando que la lluvia le empapara el cuerpo.</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Siempre había sido una persona tímida, introvertida, incluso huraña. Seguramente este último término era el más usado por quienes lo conocían. Aunque también tenía sus épocas en las que sentía cierta predisposición a relacionarse con los demás. Sin duda vivía en una de esas épocas desde hacía unos días. </span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>No sabría decir cuándo había empezado a sentir de esa manera, pero desde que en su habitación llegó a la conclusión, mediante sesudas cavilaciones, de que la mayoría de los actos, tal vez todos, no tenían consecuencias, su vida estaba resultando mucho más fácil. Y estaba viviendo un ejemplo allí mismo, bajo la lluvia: sí, se estaba mojando, tal vez, aunque no necesariamente, pudiera acatarrarse, pero el acto en sí, el hecho de mojarse cuando llueve, de hacerlo adrede, no tenía más consecuencia que ésa. Podía sentir, tanto con este acto como con cualquier otro, que estaba rompiendo una barrera, que abría camino donde otros no veían posibilidad alguna. </span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>No sólo fue en esta ocasión cuando rompió esa “cuarta pared”. El día anterior había pasado por una pastelería y había robado una magdalena del mostrador. Le dio un mordisco delante de la dependienta y salió corriendo… Nada más ocurrió. Escuchó gritar a la dependienta pero no miró atrás. Cuando le apeteció, paró y terminó de comerse la magdalena: le supo mejor que ninguna otra que hubiera comido en su vida. A continuación, para compensar ese acto que desde un punto de vista moral, ético, podría censurarse, entró en otro establecimiento y dejó en el mostrador dos euros. Y se fue. El dependiente era asiático, por lo que dedujo que era posible que se hubiera metido en un “todo a cien”. Cuando salió, sin correr, escuchó una voz que pronto cesó. Y tampoco pasó nada. </span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"> La vida le parecía, viviéndola de ese modo, transparente, cristalina. Todos esos actos limpiaban su mente, barrían el polvo y activaban sus neuronas. </span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"> Cuando dejó de llover compró un paraguas. Entró empapado a la tienda y pidió uno, el más feo. Blanco con grandes lunares rojos. Mango amarillo chillón. El dependiente le miró extrañado mientras le cobraba. Agustín no sabía si por el color del paraguas, porque ya había dejado de llover o porque estaba empapado.</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"> —Es por si saliera el sol. Me gusta mi piel blanca —le espetó al dependiente con una sonrisa de oreja a oreja. </span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"> El sol había salido tímidamente así que caminó entre la gente con el paraguas abierto. Sonreía al verse como le veían los demás. Y a la vez sentía cierta pena hacia el resto del mundo. Tan siniestros, todos iguales.</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"> —¡Agustín! —escuchó como alguien le llamaba unos metros por detrás de él.</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"> Se paró, seguía sonriendo.</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"> —¿Éste es? —preguntó el policía.</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"> —Sí —contestó otro, el que la había llamado, de bata blanca—. Vaya susto nos has dado.</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"> —Estoy muy bien.</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"> —Ya lo sé Agustín, pero ahora debes volver a la residencia. Recuerda tu enfermedad, lo hemos hablado muchas veces. Estás en fase de euforia, te acaban de cambiar la medicación, el litio, y no deben haber acertado. Tienes que intentar darte cuenta de tus cambios, y consultar si tienes dudas.</span></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"><span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"> </span></span></div>
</div>
DESDE LA TRINCHERAhttp://www.blogger.com/profile/09576479924312812318noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3903501678463408967.post-47206253016237403802013-08-20T23:04:00.000+02:002013-11-09T20:44:59.475+01:00MANADA DE HAIKUS IV<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="color: cyan;"> </span></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="color: cyan;"> <span style="font-size: large;"> </span></span><span style="color: blue; font-size: large;"> Los alrededores de la vida.<o:p></o:p></span></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="color: blue; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="color: blue; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="color: blue; font-family: "Palatino Linotype"; font-size: large; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> JOSÉ LUIS CUERDA, Si
amaestras una cabra, llevas mucho adelantado.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> </span></i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Pasa
la vida.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; font-size: large; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> De su significado,<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; font-size: large; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> no tengo idea. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; font-size: large; mso-ansi-language: ES-TRAD;">¿Qué es
trascendente?<o:p></o:p></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; font-size: large; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Nada tiene
permiso,<o:p></o:p></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; font-size: large; mso-ansi-language: ES-TRAD;">en estos
tiempos.<o:p></o:p></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; font-size: large; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Indescifrable:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; font-size: large; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> esta
vida en colores,<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; font-size: large; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> para
el daltónico.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; font-size: large; mso-ansi-language: ES-TRAD;">La tregua,
andamios.<o:p></o:p></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; font-size: large; mso-ansi-language: ES-TRAD;">La borra del
café,<o:p></o:p></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; font-size: large; mso-ansi-language: ES-TRAD;">vivir adrede.<o:p></o:p></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; font-size: large; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Días
perdidos:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; font-size: large; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> vendo
los que me queden,<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; font-size: large; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> compro
emociones. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; font-size: large; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Herida
abierta.<o:p></o:p></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; font-size: large; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Tu voz, tu
risa azul:<o:p></o:p></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; font-size: large; mso-ansi-language: ES-TRAD;">tirita
puesta.<o:p></o:p></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; font-size: large; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> La
noche llena,<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; font-size: large; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> por
las calles sin sueño,<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; font-size: large; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> de
luz tus ojos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; font-size: large; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Vive la vida,<o:p></o:p></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; font-size: large; mso-ansi-language: ES-TRAD;">porque no
hay, esperándote,<o:p></o:p></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; font-size: large; mso-ansi-language: ES-TRAD;">ninguna más.<o:p></o:p></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; font-size: large; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Hueles a lluvia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; font-size: large; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Te dejas hacer. Tiemblas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; font-size: large; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Sabes a sal.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; font-size: large; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Lo ignoro
todo.<o:p></o:p></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; font-size: large; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Del futuro
del que hablan,<o:p></o:p></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; font-size: large; mso-ansi-language: ES-TRAD;">no tengo
avisos.<o:p></o:p></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; font-size: large; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> La noche trae, <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; font-size: large; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> a la memoria pájaros.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; font-size: large; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> ¿Morir?, no saben.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
DESDE LA TRINCHERAhttp://www.blogger.com/profile/09576479924312812318noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3903501678463408967.post-63844184495149221572013-07-25T18:41:00.000+02:002013-11-09T20:45:17.503+01:00OTRA PIEZA MÁS EN EL PUZZLE<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Palatino Linotype;"> <i><span style="color: blue; font-size: large;">Ella, por su parte, se echó a temblar así que me vio.</span></i></span><br />
<span style="font-size: large;"><span style="color: blue; font-family: Palatino Linotype;"><i><br /></i></span>
<span style="color: blue; font-family: Palatino Linotype;"><i><br /></i></span>
<span style="color: blue; font-family: Palatino Linotype;"><i><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>NORMAN MAILER, Los tipos duros no bailan.</i></span></span><br />
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Palatino Linotype;"><br /></span>
<span style="font-family: Palatino Linotype;"><br /></span><span style="font-family: Palatino Linotype;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Con el cuchillo entre los dientes hurgaba en el estómago abierto de la mujer, que tendida en el suelo, escupía sangre cada vez con menos fuerza. Fue sacando parte de los intestinos, realmente poco o nada sabía de las entrañas del cuerpo humano, por lo que iba extrayendo material orgánico sin saber muy bien qué era. La sangre que emanaba la boca de aquel cuerpo ensangrentado se había transformado en apenas unos hilillos rojizos que caían por la comisura de los labios. Hacía ya unos minutos que había perdido la vida, pero por dentro aún estaba caliente.</span></span><br />
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Hubo órganos que no consiguió extraer, por mucho que intentó tirar de ellos. Tampoco tenía la necesidad de sacarlos todos, podía perfectamente abrirlos dentro del cuerpo con el mismo cuchillo que había utilizado para destrozarla. Pese a no llevar más que unos minutos buscando, estaba empezando a impacientarse, pues la sangre llegaba peligrosamente al umbral de la puerta y pronto saldría al pasillo a la vista de cualquier vecino. Excitada como estaba no pensó en poner algún paño en la puerta, además, no era su casa, no sabría donde encontrar uno.</span><br />
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Cansada y asqueada se oía a sí misma jadear cada vez más, con las manos hundidas en aquel cuerpo caliente, chorreante, eviscerado; que guardaba en algún recoveco lo que ella necesitaba. El calor asfixiante del verano convertía aquellos angustiosos momentos en una odisea de sudor y mal olor. La temperatura se hacía insoportable por momentos y las ganas de beber agua se mezclaban con las ganas de vomitar. </span><br />
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Su teléfono móvil comenzó a sonar. Con las manos empapadas en sangre abrió la tapa.</span><br />
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—No es un buen momento —dijo—. Estoy en plena faena. </span><br />
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—¿Ya está abierta? —preguntó la voz metálica que la había guiado durante los últimos días.</span><br />
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—Sí —contestó mientras seguía hurgando con la mano que tenía libre.</span><br />
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—Se me olvidó decirte que esta es un poco especial. La pieza no está en su interior… o al menos no tan adentro.</span><br />
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—Ya me lo podías haber dicho antes.</span><br />
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—Forma parte del divertimento.</span><br />
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Hubo unos segundos de silencio. No quiso colgar por si necesitaba oír algo más.</span><br />
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—En el telediario eres sospechosa. Hay ya un gran revuelo. Se están descubriendo los asesinatos, tu nombre comienza a sonar con fuerza…</span><br />
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—No necesito que me cuentes eso ahora.</span><br />
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—Sé que no lo necesitas, pero quiero contártelo. Es parte del divertimento también.</span><br />
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—¿Cómo conseguís introducir las piezas en los cuerpos?</span><br />
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—Eso lo sabrás a su debido tiempo, o tal vez no. No depende de mí.</span><br />
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—¿De quién depende entonces? ¿Hay más psicópatas como tú?</span><br />
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—Si no hubieras hecho lo que no debías…</span><br />
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—¿Todo esto por aceptar dos mil euros al mes durante un año? </span><br />
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—Como concejala no deberías aceptar sobornos… Pensé que estarías aprendiendo la lección con esta experiencia, es el décimo asesinato que cometes en dos días.</span><br />
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Mientras hablaba intentó dar la vuelta al cadáver sujetándolo por las muñecas. Notó un pequeño bulto. Ahí estaba.</span><br />
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—¡La encontré!</span><br />
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Cogió el cuchillo dejando el móvil en el suelo. Introdujo el cuchillo ensangrentado en la muñeca, clavándolo sin ningún pudor y destrozando también aquella parte del cuerpo, que pronto se convirtió en un amasijo de tendones desgarrados chorreantes de sangre. Pese a ello tuvo que escarbar para coger la pieza entera.</span><br />
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—¡La tengo! —gritó, satisfecha—. Es un seis.</span><br />
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—Ya tienes los diez números de la cuenta corriente.</span><br />
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—Las cuentas corrientes tienen veinte y una tarjeta para poder sacar el dinero y huir del país. Como prometiste.</span><br />
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—Te voy a confesar algunas cosas de las que no pensaba hablarte. La primera es que pese a ser el primer experimento que hacemos, ha salido muy bien. Tu elección no fue al azar, pero no pensaba que fueras capaz de llevar a cabo los asesinatos. Pensé que te entregarías o intentarías huir.</span><br />
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—Conocía bien a algunas de estas personas, tampoco eran trigo limpio. La mayoría verdaderos hijos de puta. O hijas de puta.</span><br />
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—En eso tienes razón. También eran corruptos, cada uno en su ámbito. </span><br />
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—¿Qué había hecho esta? —preguntó, en tono despectivo.</span><br />
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—Había engañado a muchas buenas personas para que invirtieran su dinero. </span><br />
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—Ya… ¿Que sois unos Robin Hoods sádicos?</span><br />
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—No nos hemos puesto nombre. Pero ése no es malo.</span><br />
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—Tengo un poco de prisa, ¿dónde están los otros diez números y le tarjeta?</span><br />
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—¿Tienes papel y bolígrafo?</span><br />
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Miró a su alrededor y no vio con que apuntar. La voz metálica comenzó a dictar los números y sabía que no los repetiría. Así que utilizó la sangre como tinta, su dedo como pluma y el suelo como papel en blanco.</span><br />
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—¿Los tienes?</span><br />
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—Los tengo —sonrió, satisfecha.</span><br />
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Hubo unos segundos de silencio.</span><br />
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—¿Y la tarjeta?</span><br />
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—Antes, debes hacer algo por mí.</span><br />
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—¡Otra vez no! Me prometiste…</span><br />
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—Ya sé lo que te prometí. Es parte del divertimento prometer y no cumplir, ¿o no?</span><br />
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—…</span><br />
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—Tranquila, no cometerás más asesinatos. Aunque tampoco parece que te haya costado demasiado… Una última prueba y te diré dónde está la tarjeta.</span><br />
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—¿Cuál es?</span><br />
<span style="font-family: Palatino Linotype; font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>—Quiero que cojas la pieza del puzzle y la introduzcas en tu vagina. Alguien la requerirá en unos días…<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span></span><br />
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Palatino Linotype;"> </span><i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="color: cyan;"> </span></span></i></span></div>
DESDE LA TRINCHERAhttp://www.blogger.com/profile/09576479924312812318noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3903501678463408967.post-81578736255624862462013-06-30T12:58:00.000+02:002013-11-09T20:45:33.373+01:00ENTRADA ACLARATORIA III<div>
<span style="font-size: large;"> En la anterior entrada aclaratoria comentaba estar sumergido en el intento de escribir una novela. Sigo en ello. El proyecto va despacio como no podía ser de otra manera, pero avanza. Y tengo ganas de continuar con el intento.</span></div>
<div>
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Todos los relatos que he publicado desde la anterior entrada aclaratoria eran relatos que estaban guardados en un cajón, escritos hace años. Los he modificado y corregido para que estuvieran a mi gusto. Todos excepto “Ni versos ni libres”, que no es un relato y tampoco algo que estuviera guardado en un cajón. Es el único escrito en la actualidad.</span></div>
<div>
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>De ahora en adelante volveré a publicar relatos nuevos, escritos por mí justo antes de publicarlos. Creo que podré compaginar ambos proyectos. Intentaré también continuar leyendo los blogs que sigo y los que se puedan ir sumando durante este tiempo.</span></div>
<div>
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div>
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div>
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div>
<span style="font-size: large;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Gracias.</span></div>
<div>
<br /></div>
DESDE LA TRINCHERAhttp://www.blogger.com/profile/09576479924312812318noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3903501678463408967.post-39883152065334709932013-06-09T14:10:00.000+02:002013-11-09T20:45:54.318+01:00VENDO UN VACÍO<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div class="MsoNormal">
<i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="color: blue; font-size: large;"> Y ahora, pasados cinco años, me causa el dolor y el remordimiento de
lo que quedó sin respuesta.<o:p></o:p></span></span></i></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="color: blue; font-size: large;"> PATRICK MODIANO,
Barrio Perdido<o:p></o:p></span></span></i></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-size: large;">Vendo
un vacío que no soy capaz de llenar con nada. No sé de qué está hecho, pero es
inabarcable.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-size: large;">No
sé llenarlo, por eso lo vendo. Si supiera, me lo quedaría. He pensado que
alguien, tal vez, pueda darle algún tipo de utilidad. O llenarlo. Pero repito
que a mí me ha sido imposible. ¿El precio? Seguro que llegamos a un acuerdo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="font-size: large;">Pero
cuidado, que este vacío es especial. No se llena con amigos, ni con
distracciones. No se llena con sexo. No desaparece si duermes o si sales a
tomar una cerveza. No se esfuma si piensas en él, tampoco si intentas
olvidarlo. Leyendo, imposible. Siempre está ahí, sin complejos. Sin pedir
perdón.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: 'Palatino Linotype'; text-indent: 35.4pt;"> Por
eso, quien crea tener una vida completa, rebosante, y piense que puede hacerse
cargo de este vacío llenándolo poco a poco, para así sentirse bien, aún más
completo; yo se lo vendo. El único temor que me aflige, si finalmente alguien
lo quiere y decide comprarlo, es la contestación a la siguiente pregunta: ¿qué
quedará de mí cuando el vacío sea de otro?</span><i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Palatino Linotype"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><span style="color: cyan;"> </span></span></i></span></div>
DESDE LA TRINCHERAhttp://www.blogger.com/profile/09576479924312812318noreply@blogger.com3